« Pero el bálsamo del amor romántico tampoco es fácil de reconciliar con vidas hipotecadas con los contratos y las obligaciones de las parejas estables. A partir de una etapa el amor deja de ser el refugio gozoso de las emociones libres para convertirse en una huida culpable y peligrosa frente a la pareja y a los hijos.
Nos resistimos al amor porque nos complica mucho la vida. Y nos enfrentamos entonces al temor de que nuestros sueños sean más grandes que la realidad, de que sean inviables. El amor romántico cabe difícilmente en nuestras vidas.
Quienes lo persiguen a pesar de todo pagan un precio y quienes lo esquivan también. Es una decisión difícil ».
Elsa Punset