viernes, noviembre 25

Vemos el mundo como somos


Esta imagen relata una profunda realidad:

No vemos el mundo cómo es; “vemos el mundo como somos”.

Interpretamos la vida desde nuestra percepción, juzgamos desde nuestra historia, las formas mentales (creencias, patrones e introyectos) que limitan nuestro entendimiento, influyen en la relación con el exterior, con eso que llamamos mundo.

La jirafa ve al león desde su altura, la hormiga lo pintaría muy distinto y un pecesito en el estanque donde toma agua seguramente apreciaría un león distinto al de estas dos miradas.

Así nos ocurre a nosotros, vemos a los demás únicamente desde nuestra óptica. Pero el problema no es que los veamos así, sino que los juzgamos según nuestra percepción. Les pedimos cambios desde nuestra limitada idea de cómo deberían ser. Nos enfadamos porque no se comportan como “deberían” bajo la lupa de nuestro estrecho criterio personal.

Cuánto más juzgas y cuánto más arrogante eres frente a los demás, demuestras la limitación de tu propia estructura interior.

El león no es lo que la jirafa ve. No tiene que convertirse en la imagen que la jirafa percibe. Quien tiene que modificar es la jirafa, asumiendo que la totalidad de la realidad no es la que percibe. Y quizá, si es una jirafa sabia podrá abrirse a mirar más allá de los límites de su altura y su posición respecto al león. A eso se le llama consciencia y es un tema profundo del que tendremos mucho que pensar.

Recuerda : “ves el mundo como eres”.

martes, noviembre 22

El abogado del diablo


 “No seas demasiado engreído, muchacho; sin importar lo bueno que seas. Y nunca dejes que te vean llegar, eso lo arruina todo. Debes mantenerte siempre pequeño, inocuo. Debes ser el tonto, el leproso, el vago, desempleado. Mírame a mí, subestimado desde el principio, ¿quién pensaría que soy el amo del Universo?

Tengo la mano debajo de la falda de la Mona Lisa, pero nunca me ven llegar”.


Al Pacino (1997)



lunes, noviembre 14

Carne de Píxel

 “(a) He encontrado una nueva forma de felicidad que está también en el equilibrio del funambulista [en el propio equilibrio], en el instante en que suspende la visión el parpadeo, en el pájaro que aletea para permanecer quieto, o en el punto en que se cruzan dos cartas con mensajes probablemente contrarios [pero hay que continuar, te dije, hay que continuar], en el punto en el que la levedad iguala al peso: cuando no siento ni hastío ni hambre y es como si desapareciese el cuerpo. (b) A veces llegué a pensar que en algún futuro [las fotos son recién nacidos que no crecen] seríamos como Leonard Cohen y Susan en esa foto que tanto mirábamos de Leonard Cohen y Susan: incorruptibles, unicelulares, glamour químicamente puro, envidiados, elegantes: un nuevo estado [6º] de la materia. (a∩b) No sé cuál de los dos estados es metáfora del otro, si la metáfora se inventó para dar vida a todo lo mal muerto y una vez resucitado aniquilarlo para siempre. En esa emboscada se resume todo este ADN postpoético”.



Agustín Fernández Mallo

domingo, noviembre 13

En el Valle de las sombras

"He aprendido mucho sobre nuestros encuentros, especialmente sobre la belleza y dulce patetismo de la Vida, sobre el valor inapreciable de amigos y familia, sobre el poder de transformación del amor.

Me encantaría creer que cuando muera viviré de nuevo, que alguna parte de mis pensamientos, sentimientos o recuerdos continuarán. Pero a pesar de lo que me gustaría creerlo, y de las antiguas tradiciones culturales a lo largo de todo el mundo que aseguran la vida tras la vida, no sé de nada que me sugiera que esto es algo más que una forma de pensar optimista.

Quiero envejecer con mi mujer, Annie, a la cual adoro. Quiero ver a mis jóvenes hijos crecer y quiero jugar un papel en su desarrollo personal e intelectual. Quiero conocer a mis nietos aún no concebidos. Hay problemas científicos, de cuyos descubrimientos querría ser testigo, como la exploración de muchos de los mundos de nuestro Sistema Solar y la búsqueda de vida exterior. Quiero aprender cómo funcionan las mayores cuestiones en la historia de la Humanidad, preocupantes o esperanzadoras: los peligros y promesas de la tecnología; la emancipación de la mujer; el crecimiento y ascendencia económica y tecnológica de China; los vuelos interestelares.

Si hubiera vida tras la muerte, no importaría morir, satisfaría la mayoría de esas profundas curiosidades. Pero si la muerte no es más que el fin, el sueño sin sueños, esto no sería más que un desesperado anhelo. Quizás esta perspectiva me dé una pequeña motivación extra para permanecer vivo.

El mundo es tan exquisito, con tanto amor, que no hay razón para engañarnos con bonitas historias para las cuales hay bien pocas evidencias. Es mucho mejor, me parece a mí, que en nuestra vulnerabilidad, miremos a la Muerte a la cara y seamos agradecidos cada día por la breve pero magnífica oportunidad que la vida nos ofrece".

Extractos del artículo "En el valle de las sombras", del Dr. Carl Sagan, publicado en la revista "Parade" el 10 de marzo de 1996 e incluido al final de su libro póstumo, "Miles de millones".

sábado, noviembre 12

La paciencia de Hesse

 

"La paciencia es la cosa más dura para el espíritu. Pero es lo más duro y lo único que merece la pena aprender. Todo lo que es naturaleza, desarrollo, paz, prosperidad y belleza en el mundo descansa en la paciencia; requiere tiempo, silencio, confianza". 


Hermann Hesse

miércoles, noviembre 9

Inteligencia emocional

 "A los 19 años de edad un hombre entró a la prisión acusado de infiltrarse en la inteligencia de los Estados Unidos y apoderarse de muchos de los secretos del país.

Por su astucia, fue apodado "el zorro".

Su padre es un anciano que vive solo. Quiere plantar tomates dentro de su jardín, pero no puede con el trabajo por la edad que tiene. Le envía a su hijo preso un mensaje que dice:

“Mi querido hijo, deseaba que estuvieras conmigo para ayudarme a arar el jardín y plantar tomates. Ahora no tengo a nadie que me ayude".

Después de un tiempo, el padre recibió una carta de su hijo diciendo:

"Querido padre, por favor no escarbes en el jardín porque escondí algo importante, y cuando salga de la cárcel te diré lo que es".

No pasó una hora antes del mensaje, la inteligencia y el ejército rodeaban la casa.

Cavaron la tierra metro por metro, removieron todo, pero no encontraron nada y salieron de la casa.

A la semana, una nueva carta llegó hasta la casa del anciano padre. Era su hijo desde la prisión: “Querido padre, espero que la tierra haya sido bien arada por los policías, ahora ya puedes sembrar tus tomates y si necesitas algo más, avísame. No puedo estar contigo, pero haré todo para apoyarte como pueda.”

La inteligencia es subestimada… si usas tu mente, te asombrarás de sus poderes. Y si usas tu inteligencia emocional te vas a asombrar aún más.