sábado, septiembre 28

Y sin mirar atrás


La luna de mis sueños


La muerte de Sabines


Los pequeños actos de Howard Zinn


La reina y su rey


Frases de las mamás


Cosas que no se compran, se regalan


Bienvenida la revolución


El periodismo de Orwell


Hemos ganado


Morir de amor es vivir


Cómo matar a un dragón sin fallar en el intento


viernes, septiembre 27

Una carta de amor

« Todo lo que de vos quisiera
es tan poco en el fondo,
porque en el fondo es todo.

Como un perro que pasa, una colina,
esas cosas de nada, cotidianas,
espiga y cabellera y dos terrones,
el olor de tu cuerpo,
lo que decís de cualquier cosa,
conmigo o contra mía.

Todo eso es tan poco,
yo lo quiero de vos porque te quiero.

Que mires más allá de mí,
que me ames con violenta prescindencia
del mañana, que el grito
de tu entrega se estrelle
en la cara de un jefe de oficina.

Y que el placer que juntos inventamos
sea otro signo de la libertad ».

Julio Cortázar



Lo lógico, lo natural o lo simplemente humano


¿Qué es el IQ? ¿Qué mide y para qué sirve?

« IQ (o CI por sus siglas en español) es uno de esos términos que se filtran a la cultura popular pero con poca claridad sobre qué es en realidad, de qué se trata y qué mide. Por lo tanto es necesario brillar un poco de luz sobre este término, algunas de las cosas buenas sobre esta medida, y algunas de las cosas malas. 

IQ, como muchos ya sabrán, significa “coeficiente intelectual”. Pero bueno, ¿Eso qué significa? No es tan claro, ¿Cierto? Y esto es porque “inteligencia” por si sola es un término difícil de definir, y no hay una definición qué es la absolutamente correcta. Una buena analogía para intentar definir qué es la inteligencia es la pornografía. También es difícil definir qué es pornografía, pero aún así sabemos con total certeza qué algo es pornográfico cuando lo vemos. Lo mismo sucede con la inteligencia, puede que no podamos definirla, pero aún así sabemos qué alguien es inteligente cuando lo vemos. Por supuesto habrá diferencia de opiniones sobre lo qué es pornografía e inteligencia, pero aún así nos queda una “intuición” sobre lo qué se tratan.

A pesar de estas diferencias de opiniones y la falta de una definición absoluta, hay factores comunes sobre lo qué es la inteligencia, como estos: la capacidad de resolver problemas, el razonamiento abstracto y la capacidad de adquirir y analizar conocimiento. Estos tres son lo que llamaríamos el “núcleo” de la inteligencia. Nótese que han quedado por fuera varios otros importantes factores que también harían parte de la inteligencia, dependiendo de la definición de la misma que tengamos, como por ejemplo: memoria, creatividad, capacidad matemática, “viveza”, rapidez mental, y muchos, muchos más. La inteligencia tiene muchos factores y muchas caras. Una persona muy inteligente, o para ponerlo ya en el IQ, que tenga un alto IQ, puede que tenga fallas en uno o varios de estos factores, y una persona de un bajo IQ puede que tenga muy alto uno o varios de estos factores. Porque el IQ es eso, una medida, nada más que una medida. Pero entonces, pueden estar pensando, ¿No sirve de nada el IQ? Si hay muchos factores y muchas variaciones entonces ¿El IQ no mide algo importante? Eso parecería, pero no, y la mejor manera de explicarlo es con otra analogía, esta vez deportiva:

Imaginen que estamos haciendo diferentes pruebas atléticas a un grupo de personas, pruebas como correr, nadar, trepar, salto largo, levantamiento de pesas, y varias más. Lo que descubriremos es que habrá personas que sean buenas en algunas de estas pruebas, pero no en otras. Pero también descubriremos que los resultados no serán independientes. Lo más probable es que una persona que sea buena en correr será también buena en nadar y trepar. Puede que no sea la mejor o siquiera estar entre las mejores, pero lo resultados no son independientes. El hecho de que sea buena en una prueba atlética influenciara positivamente su desempeño en las otras pruebas, a pesar de que sean pruebas, factores y áreas totalmente distintas. Y a eso es a lo que nos referimos cuando decimos que alguien es “atlético”: que tiene capacidades físicas por encima del promedio en varias de estas pruebas. Exactamente lo mismo sucede con la inteligencia y eso es lo que mide el IQ, ese promedio de rendimiento en varias pruebas que miden factores distintos, pero cuyos resultados no son independientes. El hecho de que alguien sea bueno en razonamiento abstracto con certeza influenciará positivamente su rendimiento en resolver problemas o en memoria, a pesar de que se tratan de factores distintos. 

Así vemos que el IQ mide capacidades generales, no especificas, y tampoco mide aptitudes, mide tan sólo el promedio de rendimiento a través de diferentes pruebas, y dicho rendimiento en esos factores no es independiente, hay una relación entre los resultados, y esa es la clave y la importancia de las pruebas de IQ, nos dan una idea de la capacidades generales de una persona. Pero también debemos aclarar que el hecho de que alguien tenga un IQ muy alto no significa necesariamente que será, por decir algo, el próximo Einstein, de la misma manera que si vemos a un niño muy atlético no significa que vaya a ser el próximo Messi. Puede que dicho niño no tenga aptitudes para el fútbol o los deportes competitivos, o que sus capacidades atléticas no sean las mejores para el fútbol, sino para otra área atlética. Lo mismo se puede decir para alguien con un alto IQ. El IQ tan sólo nos dice capacidades generales, no especificas ni aptitudes, y mucho menos gustos ni personalidades. Es totalmente posible tener un IQ muy alto y ser completamente incapaz en un factor en particular, así como es totalmente posible tener un IQ bajo y ser brillante en un factor en particular. 

Otra cosa muy importante que se debe aclarar sobre el IQ es la forma como se hace la puntuación. ¿Qué significa tener un IQ de 140 o uno de 100 o de 80? ¿Qué significan esos números? Bueno, hay que empezar por aclarar que 100 siempre va a ser el promedio de una población. Sea cual sea el promedio de una población siempre se le va a colocar 100. Y por lo tanto el puntaje en IQ dependerá de la población a la que pertenece el individuo en particular. Y las poblaciones pueden ser divididas por edad, geografía, época, entre otras cosas. Para explicar esto supongamos que un niño de 5 años hace la prueba estándar de IQ y saca un puntaje de 126, y justo al otro día cumple 6 años y vuelve a hacer la misma prueba y esta vez saca un puntaje de 113. No es que el niño se haya vuelto “bruto” de un día para el otro, sino que el promedio es diferente dependiendo de la edad que tengas (la población a la que perteneces). 

*NOTA: para los interesados en el aspecto más técnico: En estadística el IQ es una curva de distribución estándar o normal (la llamada campana de Gauss), el punto alto de la curva es 100 (IQ), el promedio, y cada variación estándar en la curva representa un cambio de 15 puntos de IQ. Así mismo la fórmula para obtener el IQ de una persona es la siguiente: (Edad mental/Edad biológica)100. Así vemos el porqué el 100 siempre es el promedio.*

Así 100 siempre va a ser el promedio, y el 95% de la población sacará puntajes entre 70 y 130, el 68% entre 85 y 115. Si sacas más de 145 perteneces al 1,3% de la población. 

Bueno, ¿Para qué sirve en la vida real una prueba del IQ? ¿Si mide algo realmente importante? La respuesta es sí… Pero no tanto como la gente suele pensar, pero tampoco tan poco como para que no sea importante. Un puntaje alto en IQ está fuertemente relacionado con el éxito en áreas como la academia, la ciencia, estudios en general y en el entrenamiento militar; moderadamente relacionado en éxito en áreas como el comportamiento social; y levemente relacionado en áreas como el cumplimiento de la ley. Entonces el puntaje en IQ importa, pero no es una profecía. El hecho de que alguien tenga un IQ alto no significa que será un genio, tan sólo que tendrá más capacidades generales (más no especificas) para convertirse en uno o en una. Si yo sé el IQ tuyo, sé algo importante sobre ti, pero no sé cómo tú serás. El IQ me dice algo sobre tus capacidades generales, pero no especificas, y tampoco me dice tus aptitudes ni tu personalidad, y mucho menos tus gustos. 

Ahora las críticas, tan sólo una para no ser tan largos. Supongan que para entrar a una buena universidad y obtener una buena educación se dice que las personas tienen que tener una altura de más de 1,80m, todos los que tengan menos de esa altura no serán recibidos y no podrán recibir una buena educación. Absurdo, ¿cierto? Más o menos eso es lo que se hace con las pruebas de IQ, para poder entrar a una muy buena universidad uno tiene que pasar una prueba de IQ, como los SAT en EEUU, las pruebas de Estado en Colombia y los A-Levels en México. (Estas, sí, son pruebas de IQ, no son las pruebas estándar de IQ, pero lo son). Entre más alto puntaje saques en esas pruebas, más oportunidades tendrás de entrar a una buena universidad y obtener una buena educación, haciendo así que el IQ se convierta en una profecía de éxito social y académico, y por lo tanto el IQ se vuelve, como lo es, una medida extremadamente importante muy relacionada con tu éxito en la vida. Pero si dijéramos que es la altura la medida para entrar a la universidad y obtener una buena educación, la altura sería igualmente importante y relacionada con tu éxito. 

Entonces sí, el IQ es una medida importante y mide capacidades importantes. Y no, el IQ no es una profecía, pero la sociedad lo ha convertido en una. Que tan bueno o malo sea esto último queda abierto a la interpretación de cada quien. Uno podría decir, como contraejemplo a mi ejemplo de la altura, que las oportunidades de ser exitoso en el basketball están directamente relacionadas con tu altura… Y es cierto, pero eso no significa que una persona de baja altura no pueda ser un gran jugador de basketball… Tan sólo que tendrá que trabajar más para poder serlo… Y que las personas de mucha altura no pueden dar por sentado su éxito, si no trabajan tampoco serán exitosas en el basket, por más altas que sean ».


¿Qué es el efecto placebo? ¿Y por qué funciona?

« La palabra placebo es usada normalmente con desdén, “Oh, es sólo un placebo”, y las razones para este desdén son varias y muy válidas, y ya las tocaremos, pero vamos a empezar por decir que un placebo puede ser de hecho muy efectivo. El efecto placebo es real y poderoso en el tratamiento de muchas condiciones. Hay que empezar por ahí, porque cuando hablamos de placebo no estamos hablando de algo que no funciona, estamos hablando de algo que sí funciona, y en algunos casos funciona muy bien. 

En términos generales, para la mayoría de condiciones, desordenes o enfermedades (con muchas y muy importantes excepciones, quiero dejar eso también muy claro) hay una regla muy básica: cualquier tratamiento es mejor que ningún tratamiento. Recibir cualquier tipo de tratamiento es muchísimo mejor que no recibir ningún tipo de tratamiento (de nuevo, con unas muy importantes excepciones, hay claros casos en que un “tratamiento” puede empeorar terriblemente la condición). ¿Te tratas tus dolores de cabeza con una aromática de hierbas? OK, es mejor que no usar nada. ¿Te tratas tus alergias con homeopatía? OK, es mejor que no usar nada. ¿Te tratas tu insomnio crónico tomando un vaso con leche tibia? OK, es mejor que no usar algo. Cualquier tratamiento es mejor que ningún tratamiento. PERO eso no significa que lo que estés usando sea más que un placebo. Funcionan, sí, porque el efecto placebo es fuerte, en muchos casos poderoso y definitivamente es real. El hecho de que tú creas que se está haciendo algo que crees que va a funcionar, que te va a ayudar, puede llegar a disparar el efecto placebo y hacer que te mejores de tu condición (de nuevo, con muchas y muy importantes excepciones). Para poner un ejemplo, si estás sufriendo de depresión clínica cualquier tratamiento psicológico, sea terapia psicodinámica, sea terapia biomédica y cognitiva, sea sentarte a rezar 92 veces el rosario confiando en el poder la oración, sea ver a tu shaman de cabecera bailar desnudo bajo la lluvia, es mucho mejor que no recibir ningún tratamiento si tienes confianza que lo que se está haciendo es efectivo. El saber que se está haciendo algo que tú crees que te va a ayudar hará, efectivamente, que te mejores más rápido y salgas de tu depresión. 

Frente a esto varias preguntas surgen: ¿Qué tanto es esa mejoría real y qué tanto es tan sólo percibida? En la gran mayoría de los casos y frente a condiciones bastante serias, los placebos lo que hacen es causar una mejoría percibida, en otras palabras: te sientes mejor, pero no estás mejor. Los síntomas de tu enfermedad o condición tan sólo son “enmascarados” por un tiempo gracias al efecto placebo. Efectivamente te sientes mejor e incluso puede que incluso estés mejor, pero los síntomas están ahí aún, tan sólo enmascarados. Para seguir con el ejemplo, puede que después de rezar el rosario, el “poder de la oración” efectivamente te mejoró tu depresión, pero esto es tan sólo una mejoría percibida, no una mejoría real, y pronto, seguramente muy pronto, volverás a caer en la depresión y, también muy seguramente esa recaída será aún más fuerte que antes. Esta es la primera y más importante razón del desdén frente a los placebos, en la gran mayoría de los casos tan sólo enmascaran los síntomas, hacen sentir mejor a las personas sin que en verdad estén mejor, y porque se sienten mejor no buscaran un tratamiento realmente efectivo, y cuando recaigan seguramente será peor que antes. Bueno, pero también vale aclarar que en algunos casos la mejoría producida por un placebo de hecho sí es una mejoría real. El placebo hace que las personas en realidad sí se mejoren, no tan sólo que se sientan bien. Todo esto combinado hace que el desdén hacia los placebos sea aún mayor pues ¿cómo saber cuándo una mejoría es real y cuando sólo percibida y, a la larga, perjudicial para las personas? 

Pero la pregunta más importante que surge es: ¿Por qué se da el efecto placebo? ¿Por qué si nuestros cuerpos tienen la capacidad de sanarse a sí mismos, que es lo que sucede con el efecto placebo, por qué simplemente no lo hacen siempre y ya? ¿Por qué necesitan de un placebo para hacerlo? Ahora, esa sí que es una pregunta interesante, muy, pero muy interesante. ¿Y la respuesta? Bueno… No sabemos. Tenemos una idea más o menos clara del porqué se podría dar, pero no una respuesta definitiva, y al final del texto colocaré un link a un video en donde se ilustra esta idea. Sabemos que se trata con las expectativas de las personas, si crees que algo te va a ayudar, seguramente lo hará (recuerden, es casi imposible saber si esa ayuda es real o sólo percibida), de la misma manera si crees que algo te hará daño, seguramente lo hará, esto último se llama “nocebo”. Sabemos que tiene que ver con condicionamiento, podemos condicionar a alguien a que piense que cierto estimulo es “sanador”. Si creciste en una familia y/o comunidad que cree que la homeopatía funciona, bueno, te va a funcionar porque se te ha condicionado a que la consideres un estimulo sanador. De la misma manera si creciste en una familia y/o comunidad que no confía en la “medicina occidental”, muy seguramente te harán daño dichos tratamientos, pues se te ha condicionado a que los consideres “nocebos”, estímulos dañinos. Pero de nuevo, recuerden, esa mejoría o daño puede ser tan sólo percibido, y lo es en la mayoría de los casos, pero hay casos en que efectivamente es una mejoría o daño real. Históricamente esto ha sido usado mucho, la historia de los placebos es larga y extensa, tan extensa como la misma historia del hombre. Muchas de las “medicinas tradicionales” que muchos ahora defienden a capa y espada “funcionaban” gracias al efecto placebo, la gente creía que cierta plantica les iba a curar cierta cosa y efectivamente se las curaba, pero esto era impredecible, no era causado por la planta en sí (es tan sólo un ejemplo) sino por la expectativa que tenían que causaba que se disparará el efecto placebo.

Y esa es la gran duda que aún tenemos ¿Por qué nuestros cuerpos si tienen esa capacidad no la realizan y ya? ¿Por qué necesitan de un estimulo externo para realizar esto? La explicación psicológica y evolutiva de esto es clara, pero la razón fisiológica y biológica aún no es muy clara. 

Así mismo si dejas de “creer” en que ese estímulo tiene el poder que crees que tiene, el efecto placebo o nocebo desaparecerá, y la mejoría o daño, ya sea real o percibido, que te causaba dicho estímulo ya no funcionará nunca, nunca, nunca más, pues no era causado por el estímulo en sí, sino por el efecto placebo causado por la expectativa que tenías sobre él. Esta es una de las razones por las cuales los defensores de pseudociencias y espiritismos y todo otro tipo de supersticiones miran con muy malos ojos a cualquier persona que hable mal de ellos, pues es posible que les rompan la burbuja y sus placebos les dejen de funcionar. 

Y con todo esto otra gran pregunta surge, esta vez una pregunta “ética” que los escépticos debemos hacernos, y es: si sabemos que el efecto placebo es real ¿Por qué nos esforzamos en “romperle la burbuja” a muchas personas? Si les funciona, pues dejarlo en paz y ya. 

Esta es una pregunta que cada quien se tiene que responder, pero creo que la respuesta ya es muy clara después de todo lo visto: porque es muy difícil saber si la mejoría es real o tan sólo percibida, y de ser tan sólo percibida a la larga hará mucho más daño que bien. Y es por eso que es importante seguir desenmascarando a los tratamientos ficticios que tan sólo funcionan gracias al efecto placebo, para que las personas busquen en verdad tratamientos que sí funcionen. Pero aún sí sabemos que para X persona o grupo de personas cierto placebo tiene un efecto real, una mejoría real y objetiva, pues se dan casos, muchos casos, no lo olviden, un placebo puede causar una mejoría muy real y muy objetiva; aún en dichos casos en que los placebos funcionan realmente la objeción surge de una pregunta y es ¿Qué es un placebo? Y la respuesta a esa pregunta es otra pregunta ¡¿Qué no puede ser un placebo?! Cualquier cosa puede ser un placebo. Alguien puede curarse de sus dolores de cabeza besando el suelo, alguien se puede curar de la diarrea tomando sangre de serpiente, alguien se puede curar de su depresión viendo bailar a un shaman desnudo, alguien puede curarse de sus alergias por medio de la homeopatía, alguien puede curarse de sus dolores de espalda por magneto-terapia, etc, etc, etc, etc, ad infinitum. Y el placebo que sirve para Pepe no servirá para Papo. Y ESA ES LA MAYOR OBJECIÓN contra los tratamientos que sólo funcionan porque son placebos, porque aún si Pepe efectivamente se mejoró real y completamente de sus alergias, por decir algo, gracias a la homeopatía, por decir algo también, no significa que ese mismo efecto se vaya a ver en las alergias de Papo. 

Esa es la definición de un placebo: es impredecible y subjetivo. No sabemos cuando la mejoría que causa es real o sólo percibida, y peor aún no sabemos que lo que funciona para X vaya a funcionar para Y. Y lo sentimos mucho con nuestros amigos pseudocientíficos, espiritistas, fans de la brujería, etc, etc, pero esa no es la manera de tratar a las personas, menos cuando se trata de su salud. No podemos llegar y decirle a alguien “Bueno, tómate esto y ojalá se te active el efecto placebo, a mí me funcionó.” Eso no, simplemente no. No podemos dejar la salud de las personas al azar, simplemente no. Puede que a ti te haya funcionado, pero simplemente no nos podemos confiar en que a alguien más le vaya a funcionar. Necesitamos saber que va a funcionar, no creer y confiar en el “bueno, a mí me funciono.” Y es por eso que las pruebas clínicas de medicamentos y tratamientos siempre, siempre se hacen comparándolos contra placebos, pues tienen que funcionar mucho mejor y muchas más veces que un placebo, por más fuerte y poderoso que un placebo pueda ser ».



Pensamiento analítico

« Algunos conceptos bases para el pensamiento crítico: Es importante, no sólo conocer de qué se tratan, sino aprender a distinguir entre ellos.

Hecho:
Es algo que ya se ha demostrado que es verdad.
Ejemplos: La Tierra gira alrededor del Sol. Los organismos están formados por células. 

Conjetura o supuesto:
Es algo que se cree que es verdad, pero aún no se ha demostrado, o en el momento no se puede demostrar que es verdad. 

Ejemplos: Todas las partículas del universo están formadas por filamentos vibrantes (teoría de cuerdas). 
El hombre de piel blanca es más inteligente que el hombre de piel negra. 
Las pirámides fueron hechas por alienígenas.

Como pueden ver, es posible tener conjeturas bien informadas y basadas en hechos, y que parecen estar bien formadas, y otras que no. La clave para distinguir entre conjeturas válidas es que tanto encajan con los hechos y el conocimiento que tenemos sobre el mundo. Si van en contra de un hecho que ya conocemos (Hecho: no hay diferencias biológicas importantes entre etnias de diferente color de piel), podemos descartar dicha conjetura incluso si no pudiéramos probar directamente qué es falsa, como es el caso de la conjetura de las pirámides, no podemos probar qué esa conjetura es falsa, pero va en contra de otros hechos que sí conocemos y sabemos son ciertos, y por lo tanto la descartamos. También es importante distinguir entre conjeturas que podemos probar de las que no. Si algo está más allá de ser probado (en palabras de Popper: no es falseable), suele ser una conjetura o supuesto que podemos también descartar. Para más info: la metáfora del dragón el garaje de Carl Sagan. 

Opiniones
Es algo en lo que la persona que la dice cree que es verdad, puede o no puede ser compartida por otras personas. 

Ejemplos: Yo creo que el capitalismo es un buen sistema económico si existen buenas regulaciones. 
Yo creo que el mejor equipo del mundo es el Real Madrid. 
Yo creo que si tomo mucha vitamina C nunca me va a dar gripa. 

Una opinión es el nivel más bajo de argumentación que podamos tener. No significa que esté mal tener una opinión, simplemente que no tiene peso a la hora de compararlas con conjeturas y mucho menos con hechos. Puede, por supuesto, haber opiniones informadas y otras desinformadas. Si tu opinión va en contra de los hechos que conocemos, tu opinión simplemente está equivocada, así sea tu opinión y creas en ella. Por lo tanto es importante no simplemente tener opiniones, cualquiera puede tener opiniones, sino basar nuestras opiniones lo más que podamos en los hechos conocidos. 

Teoría
Es el mejor intento que tenemos en explicar algo en el mundo, basándonos en todo lo que ya conocemos. Teoría es una explicación y un cuerpo de conocimientos. 

Una teoría no es estática, siempre puede estar ampliándose y cambiando a medida que reunimos más conocimientos, aumentando así el cuerpo de la teoría y mejorándola. 

Pueden haber distintas teorías que pretenden explicar lo mismo, y para ello es importante aprender a distinguir entre cuales tienen mérito y cuáles no. Y la forma más simple de hacer eso es: Que tan bien encaja dicha teoría a la realidad, a lo que conocemos. 

Hipótesis
Es una predicción hecha basándose en la teoría (un error usual es pensar que es al revés) que puede probarse que es verdad o que es incorrecta. Una buena teoría nos permite hacer predicciones sobre que va a pasar si X pasa. Por ejemplo, gracias a la teoría heliocéntrica podemos predecir cuándo van a ocurrir eclipses. De esa misma manera cualquier teoría nos permite hacer predicciones que llamamos hipótesis, y podemos probar dichas hipótesis y ver si nuestras predicciones son correctas o falsas. Por ejemplo, gracias a la teoría de la evolución podemos sacar la hipótesis que si sometemos una especie de polillas a un cambio brusco en su medio ambiente debido a polución industrial, veremos que la población dicha especie cambiará. Y dicha predicción, de hecho, fue probada correcta.

Si una hipótesis basada en una teoría prueba ser incorrecta, la teoría debe o 1) Cambiar y adaptarse al nuevo conocimiento adquirido, la nueva evidencia. o 2) Si no puede adaptarse pues la nueva evidencia de saber que la hipótesis es incorrecta va en contra de una base fundamental de la teoría, entonces debe ser descartada por completo y abrirle campo a una nueva explicación, una nueva teoría. 

Argumento
Es una serie de afirmaciones lógicas que llevan a una conclusión válida, ofreciendo siempre razones que soporten la conclusión. 

De nuevo es importante aclarar que es muy diferente dar un argumento a dar una opinión. Un argumento debe estar bien sustentado con razones y, de ser un argumento sobre un hecho o una conjetura, con pruebas y evidencias que muestren que la conclusión es válida y lógica.

Evidencia o prueba
Son los hechos, hipótesis demostradas, estudios, experimentos y observaciones que soportan y le dan valor a una conclusión. 

Una de las habilidades más importantes del pensamiento crítico es aprender no sólo a presentar buenos argumentos, sino aprender a distinguir MALOS argumentos, malas conjeturas, malas opiniones. El pensamiento crítico, bien aplicado, es un muy buen detector de sandeces y estupideces ».


La peor tiranía de Montesquieu


TODO


Un escritor


Una mujer desnuda


Yo soy ateo, sí


Manual para hacer enemigos


jueves, septiembre 26

Educación en México


Comprender


Jamás encontrarás al amor de tu vida


Tu presencia


Nada absoluto


Si tu novio "escribe" así


Dos clases de libros


Cartas a Chepita

« No te cambio - no cambies tú -, no te podría cambiar por ninguna. Sigue siendo la misma; así serás en mí siempre la misma. Cierra tus oídos a todo; cree en mí; ábrelos para mí, abre tu corazón, abre tu vida. Aprende que soy tuyo hasta que tú quieras que yo sea tuyo; estoy así en tus manos, desde siempre »


Jaime Sabines


Leer por placer


miércoles, septiembre 25

Distrito Federal

« Siempre en el mismo lugar: 
como un bocho, estoy perdido en Distrito Federal »
Auténticos decadentes


Nadie puede ser como yo


No quiero perderte


The final cut


Señorita y señorito


Teoría de la evolución a color


¿Por qué usamos los símbolos de ¡¿ en el castellano/español y los otros idiomas no?

« Esta es una pregunta que cualquiera que se haya sentado frente a un teclado “no-hispano” se debe haber hecho más de una vez. Y la respuesta, como casi siempre que tiene que ver con nuestro idioma, tiene que ver con la RAE (Real Academia Española). 

Estos símbolos muchas veces cansones fueron introducidos en el siglo XVIII por la RAE, y con el tiempo fueron siendo aceptados y empezaron a hacer parte de nuestro idioma (así como también idiomas bastante cercanos al castellano/español, como el catalán). Y la razón por la cual la RAE los introdujo y fueron ampliamente aceptados es porque son muy necesarios debido a la sintaxis de nuestro idioma, en el cual no es muy claro si una frase empieza como una pregunta, una exclamación o una frase común y corriente, mientras que en otros idiomas sí lo es sin la necesidad de estos símbolos. 

Para entender esto mejor miren esta frase:

Hay un árbol en la casa.

Para convertirla en una pregunta, en castellano/español, no tenemos que hacer nada más que añadirle los símbolos de interrogación. 

¿Hay un árbol en la casa? 

Si no tuviéramos el símbolo de (¿) no sería del todo claro desde el comienzo de la frase si se trata de una pregunta o no, y por lo tanto este símbolo se vuelve necesario en nuestro idioma, mientras que en otros idiomas la sintaxis es diferente si se trata de una frase normal o una pregunta. Así tenemos:

Hay un árbol en la casa.
There is a tree in the house.
Il ya un arbre dans la maison

Y ahora

¿Hay un árbol en la casa?
Is there a tree in the house?
Y at-il un arbre dans la maison?

Así vemos que en otros idiomas la sintaxis de las frases cambian si se trata de una pregunta o no, y por lo tanto no hay necesidad de “marcar” desde el inicio de la frase si se trata de una pregunta o no, mientras que en el castellano/español no hay ninguna diferencia, y por lo tanto es necesario el uso de dichos símbolos para marcar si se trata de una pregunta o no, símbolos que, aunque un poco cansones, hacen único y diferente nuestro idioma y nuestros teclados ».


Pseudociencias- Psicoanálisis

« Hace tiempo en una página se publicó una imagen sobre las "pseudociencias", en la que al lado de casos que todos ya dan como obvios (como la astrología), otros que son obvios para todos menos para sus “adeptos” (como la homeopatía), se incluyo al psicoanálisis… Y esto... Bueno, como era de esperarse, despertó mucha controversia. 

Las razones para dicha controversia son muy variadas, pero la más común, al menos entre el “público general”, es que ven “psicoanálisis” y lo que leen es “psicología clínica” o “terapia”… Y definitivamente no son lo mismo, aunque es comprensible el porqué de esta confusión. Después de todo Freud es el psicólogo más famoso de toda la Historia (no muchos han escuchado hablar de Daniel Kanheman, o de Paul Bloom, muy pocos de Carl Jung, y prácticamente nadie de William James, pero TODOS, con toda seguridad, han escuchado hablar de Freud). Entonces es muy fácil ver porque esa conexión entre escuchar sobre el “bebe” de Freud, el psicoanálisis, y pensar que se trata de toda la rama de la psicología, en especial de la psicología clínica. 

Pero no son lo mismo. Y aunque el psicoanálisis sigue siendo una herramienta en la caja de muchos psicólogos clínicos, normalmente es usado en conjunto con otras herramientas. Es muy raro encontrar un psicólogo clínico hoy en día que use exclusivamente el psicoanálisis freudiano, y más raro aún encontrar facultades de psicología que lo enseñen, en la mayoría de los casos se enseña es de una manera crítica y/o como la historia de la psicología (pero sí es muy común encontrar psicoanalistas… tanto como es común encontrar psíquicos y lectores del tarot… Pero no nos adelantemos).

Así mismo a veces el mismo término “psicoanálisis” hoy en día puede ser engañoso, incluso dentro de la misma academia, pues puede referirse tanto como al psicoanálisis freudiano, como a los “herederos” del mismo, como, por ejemplo la terapia psicodinamica o terapias cognitivas (entre otras), las cuales han heredado mucha de las técnicas antes usadas en el psicoanálisis freudiano, pero se han despojado en gran parte (o en su totalidad) de la teoría freudiana. Cuando solemos hablar del “psicoanálisis” como pseudociencia, nos estamos refiriendo al psicoanálisis freudiano, es decir tal cual Freud lo propuso y diseño, y no sólo el psicoanálisis, sino esto incluye la inmensa mayoría de las ideas de Freud.

En este punto tengo que hacer una confesión personal, y es que Freud es uno de mis mayores ídolos personales. Simplemente creo que ha sido una de las mentes más brillantes que han pisado esta tierra. Es más, el mismo título de esta página, la Escuela de la Sospecha, es, como tal vez algunos ya se hayan dado cuenta, un pequeño tributo a Freud, quien fue nombrado por el filosofo Paul Ricoeur como uno de los maestros de lo que el denomino lo escuela de la sospecha (les dejo la duda de quienes eran los otros maestros de la misma ) Y por lo tanto tengo que admitir y confesar que estoy bastante parcializado en este asunto… pero aún así no me cuesta admitir también que Freud estaba equivocado en MUCHISIMAS cosas, y que dijo MUCHISIMAS tonterías y cosas que rayan en la ridiculez absoluta (como, por ejemplo, para nombrar tan sólo dos, que toda la arquitectura está diseñada en base a simbología fálica, y que un aspecto importante del desarrollo de las niñas es que piensan que alguien las castró y les quitó su pene, y que esta “catástrofe” es la que guía el desarrollo y la personalidad femenina… ambas, por supuesto, ideas ridículas). Entonces sí, Freud, mi ídolo, estaba muy equivocado en muchas cosas, pero su idea más importante, la idea del inconsciente, y que hay cosas sobre nosotros mismos que no sabemos (y no queremos saber), y que no todo lo que hacemos es del todo “racional”, es una idea no sólo magnifica, sino que revolucionó el mundo entero. 

Ahora, ya hecha esta confesión, miremos, aunque sea por encimita, algunas de las razones del porqué se dice que el psicoanálisis es una pseudociencia.

PACIENTE: Doctor, estoy muy deprimido, no sé lo que me pasa. 
PSICOANALISTA: Es debido a que tienes reprimidos deseos sexuales hacia tu madre.
PACIENTE: Umm… Doctor… Nunca lo había pensado… ¡Tiene razón!
PSICOANALISTA: Claro que tengo razón. El psicoanálisis siempre tiene la razón.

O… 

PACIENTE: Doctor, estoy muy deprimido, no sé lo que me pasa. 
PSICOANALISTA: Es debido a que tienes reprimidos deseos sexuales hacia tu madre.
PACIENTE: ¡Qué le pasa, doctor! Eso es terrible, por supuesto que no es cierto.
PSICOANALISTA: Claro que lo niegas, pues lo tienes reprimido, y el hecho que te moleste pensar al respecto es muestra de que tengo la razón en que esa es la causa de tus males. El psicoanálisis siempre tiene la razón.

Esta pequeña “parodia” de un psicoanalista revela la razón más importante por la cual el psicoanálisis se considera una pseudociencia: ¡porque nunca puede estar equivocado! El psicoanalista siempre va a tener la razón, incluso cuando no la tiene. 

Hay dos problemas que una teoría científica puede tener, dos razones por las cuales se puede rechazar una teoría científica. El primero: simplemente está equivocada (por ejemplo, la razón por la cual los niños se vuelven a autistas es porque sus mamás no los quisieron lo suficiente… Es plausible, pero está equivocada, la podemos descartar). La segunda es ver si la teoría funciona o no (dos objetos de diferente peso, en el vacío, caerán a la misma velocidad… Podemos ver sí funciona o no). 

Pero hay un tercer problema que una teoría científica puede tener, y es el más complicado de todos, y es el que separa la ciencia de las pseudociencias: Una teoría puede ser tan vaga, tan ambigua, tan grande en su enfoque, que no puede ni siquiera ser probada. Y este es el principal “pecado” de las pseudociencias, y lo que las separa de la ciencia real. 

Y este el gran problema de la teoría freudiana. Primero, es demasiado ambigua, demasiado vaga. Esto es comprensible sí se sabe sobre Freud. Él, ante todo, era un médico y lo que más le interesaba era tratar a sus pacientes, no formular una teoría científica rigorosa de la psicología, como muchos otros psicólogos contemporáneos a él mismo lo estaban intentando hacer (como es el gran William James). Y segundo, Freud y, en consecuencia, su psicoanálisis, es bastante pero bastante ambicioso. Su teoría pretende explicarlo TODO sobre la mente humana. Y ya eso debe ser una gran “bandera roja” sobre el psicoanálisis. La teorías científicas son bastante específicas sobre lo que quieren explicar. De esa manera podemos tener una teoría que explique él porque los niños son más agresivos que las niñas, pero esa misma teoría no explicara porque se da la depresión o la bipolaridad. O podemos tener una teoría sobre la adquisición del lenguaje, pero esa misma teoría no nos explicara el porque hay diferentes tipos de personalidades. En cambio el psicoanálisis freudiano pretende explicarlo TODO, y como pretende explicarlo TODO, termina explicando NADA, pues se vuelve completamente ambiguo, vago y para nada especifico. 

Para no hacer esto más largo de lo recomendado para un post en Facebook, terminemos por acá, aunque queda mucho, pero mucho más que decir sobre Freud y el psicoanálisis. Terminemos tan sólo diciendo que tanto Freud como el su psicoanálisis, fueron pasos muy importantes para la historia de la psicología (incluso, a mi parecer, para la historia de toda la humanidad), fue una revolución muy importante en como nos acercamos a la psique humana y como la entendemos. Freud nos permitió obtener un nuevo entendimiento sobre nosotros mismos, nos abrió el camino… pero el camino sigue, y sigue. El aferrarse a la teoría freudiana hoy en día, y tomarla como algo incuestionable, incluso bajo el peso de todas las evidencias que la han descartado, como que hacen hoy en día muchos “freudianos” y psicoanalistas, sería algo que el mismo Freud miraría con desprecio y desdén, después de todo, él fue uno de los más grandes maestros de la sospecha, y no le gustaría, creo yo, que tomen su teoría como un dogma incuestionable, incluso cuando las evidencias demuestran que está en gran parte equivocado. Tanto como la astrología fue ciencia en su momento, pero luego se vio que estaba equivocada, y esto le abrió el paso a la astronomía, con el psicoanálisis freudiano ocurrió lo mismo, y esto le abrió el paso a mucho de la psicología clínica actual. Ambos fueron ciencia en su momento, pero la ciencia no está escrita en piedra, se sigue moviendo, sigue avanzando, y el aferrarse al pasado, como los astrólogos y psicoanalistas lo hacen, es una de las características de las pseudociencias, se quedan atrás en el avance de la ciencia, que parecen tenerle miedo al continúo avance de conocimiento y la ciencia ».


martes, septiembre 24

Quiéreme así

« Pero yo te lo dije antes, 
soy un ejemplo del desastre.
Quizá, yo nunca llegue a ser lo que buscas.
Quiéreme así, yo a vos te quiero »
Los Caligaris


Será porque te quiero


Decálogo de Russell


Pero vete

« Vete leve, vete francamente.
Vete sin más daños, vete sin hacer ruiditos.
Vete con la forma que tienes, y llévala lejos.
Vete en la madrugada y deja todo.
Vete antes que te atrapen esas miradas,
vete antes que te hagan sentir en lo absurdo.
Vete, pero no huyas de ti,
vete para que te sigas encontrando.
Vete para que te cuides en silencio.
Y si te vas así, yo me voy contigo »


Tus fotos y todo lo demás


Nada serio


Se llevó sus cosas y no me llevó a mi


Los toros -Bukowski