martes, agosto 31

Pensar en lo importante


 

Información que cura



"Sí, la persona con la que andabas era tóxica, lo cual no niega tu condición mutante. El psiquismo es compartido, no lo olviden, hijos míos. Tus relaciones interpersonales son una fiel representación de tu estado mental". 

lunes, agosto 30

El otro

El hecho ocurrió el mes de febrero de 1969, al norte de Boston, en Cambridge. No lo escribí inmediatamente porque mi primer propósito fue olvidarlo, para no perder la razón. Ahora, en 1972, pienso que si lo escribo, los otros lo leerán como un cuento y, con los años, lo será tal vez para mí. Sé que fue casi atroz mientras duró y más aún durante las desveladas noches que lo siguieron. Ello no significa que su relato pueda conmover a un tercero.

Serían las diez de la mañana. Yo estaba recostado en un banco, frente al río Charles. A unos quinientos metros a mi derecha había un alto edificio, cuyo nombre no supe nunca. El agua gris acarreaba largos trozos de hielo. Inevitablemente, el río hizo que yo pensara en el tiempo. La milenaria imagen de Heráclito. Yo había dormido bien, mi clase de la tarde anterior había logrado, creo, interesar a los alumnos. No había un alma a la vista.

Sentí de golpe la impresión (que según los psicólogos corresponde a los estados de fatiga) de haber vivido ya aquel momento. En la otra punta de mi banco alguien se había sentado. Yo hubiera preferido estar solo, pero no quise levantarme en seguida, para no mostrarme incivil. El otro se había puesto a silbar. Fue entonces cuando ocurrió la primera de las muchas zozobras de esa mañana. Lo que silbaba, lo que trataba de silbar (nunca he sido muy entonado), era el estilo criollo de La tapera de Elías Regules. El estilo me retrajo a un patio, que ha desaparecido, y la memoria de Alvaro Melián Lafinur, que hace tantos años ha muerto. Luego vinieron las palabras. Eran las de la décima del principio. La voz no era la de Álvaro, pero quería parecerse a la de Alvaro. La reconocí con horror.

Me le acerqué y le dije:

-Señor, ¿usted es oriental o argentino?

-Argentino, pero desde el catorce vivo en Ginebra -fue la contestación.

Hubo un silencio largo. Le pregunté:

-¿En el número diecisiete de Malagnou, frente a la iglesia rusa?

Me contestó que si.

-En tal caso -le dije resueltamente- usted se llama Jorge Luis Borges. Yo también soy Jorge Luis Borges. Estamos en 1969, en la ciudad de Cambridge.

-No -me respondió con mi propia voz un poco lejana.

Al cabo de un tiempo insistió:

-Yo estoy aquí en Ginebra, en un banco, a unos pasos del Ródano. Lo raro es que nos parecemos, pero usted es mucho mayor, con la cabeza gris.

Yo le contesté:

-Puedo probarte que no miento. Voy a decirte cosas que no puede saber un desconocido. En casa hay un mate de plata con un pie de serpientes, que trajo de Perú nuestro bisabuelo. También hay una palangana de plata, que pendía del arzón. En el armario de tu cuarto hay dos filas de libros. Los tres de volúmenes de Las mil y una noches de Lane, con grabados en acero y notas en cuerpo menor entre capítulo, el diccionario latino de Quicherat, la Germania de Tácito en latín y en la versión de Gordon, un Don Quijote de la casa Garnier, las Tablas de Sangre de Rivera Indarte, con la dedicatoria del autor, el Sartor Resartus de Carlyle, una biografía de Amiel y, escondido detrás de los demás, un libro en rústica sobre las costumbres sexuales de los pueblos balkánicos. No he olvidado tampoco un atardecer en un primer piso en la plaza Dubourg.

-Dufour -corrigió.

-Esta bien. Dufour. ¿Te basta con todo eso?

-No -respondió-. Esas pruebas no prueban nada. Si yo lo estoy soñando, es natural que sepa lo que yo sé. Su catálogo prolijo es del todo vano.

La objeción era justa. Le contesté:

-Si esta mañana y este encuentro son sueños, cada uno de los dos tiene que pensar que el soñador es él. Tal vez dejemos de soñar, tal vez no. Nuestra evidente obligación, mientras tanto, es aceptar el sueño, como hemos aceptado el universo y haber sido engendrados y mirar con los ojos y respirar.

-¿Y si el sueño durara? -dijo con ansiedad. 

Para tranquilizarlo y tranquilizarme, fingí un aplomo que ciertamente no sentía. Le dije:

-Mi sueño ha durado ya setenta años. Al fin y al cabo, al recordarse, no hay persona que no se encuentre consigo misma. Es lo que nos está pasando ahora, salvo que somos dos. ¿No querés saber algo de mi pasado, que es el porvenir que te espera?

Asintió sin una palabra. Yo proseguí un poco perdido:

-Madre está sana y buena en su casa de Charcas y Maipú, en Buenos Aires, pero padre murió hace unos treinta años. Murió del corazón. Lo acabó una hemiplejía; la mano izquierda puesta sobre la mano derecha era como la mano de un niño sobre la mano de un gigante. Murió con impaciencia de morir, pero sin una queja. Nuestra abuela había muerto en la misma casa. Unos días antes del fin, nos llamo a todos y nos dijo: "Soy una mujer muy vieja, que está muriéndose muy despacio. Que nadie se alborote por una cosa tan común y corriente."Norah, tu hermana, se casó y tiene dos hijos. A propósito, ¿en casa como están?

-Bien. Padre siempre con sus bromas contra la fe. Anoche dijo que Jesús era como los gauchos, que no quieren comprometerse, y que por eso predicaba en parábolas.

Vaciló y me dijo:

-¿Y usted?

No sé la cifra de los libros que escribirás, pero sé que son demasiados. Escribirás poesías que te darán un agrado no compartido y cuentos de índole fantástica. Darás clases como tu padre y como tantos otros de nuestra sangre. Me agradó que nada me preguntara sobre el fracaso o éxito de los libros.

Cambié. Cambié de tono y proseguí:

-En lo que se refiere a la historia... Hubo otra guerra, casi entre los mismos antagonistas. Francia no tardó en capitular; Inglaterra y América libraron contra un dictador alemán, que se llamaba Hitler, la cíclica batalla de Waterllo. Buenos Aires, hacía mil novecientos cuarenta y seis, engendró otro Rosas, bastante parecido a nuestro pariente. El cincuenta y cinco, la provincia de Córdoba nos salvó, como antes Entre Ríos. Ahora, las cosas andan mal. Rusia está apoderándose del planeta; América, trabada por la superstición de la democracia, no se resuelve a ser un imperio. Cada día que pasa nuestro país es más provinciano. Más provinciano y más engreído, como si cerrara los ojos. No me sorprendería que la enseñanza del latín fuera reemplazada por la del guaraní.

Noté que apenas me prestaba atención. El miedo elemental de lo imposible y sin embargo cierto lo amilanaba. Yo, que no he sido padre, sentí por ese pobre muchacho, más íntimo que un hijo de mi carne, una oleada de amor. Vi que apretaba entre las manos un libro. Le pregunté qué era.

-Los poseídos o, según creo, Los demonios de Fyodor Dostoievski -me replicó no sin vanidad.

-Se me ha desdibujado. ¿Que tal es?

No bien lo dije, sentí que la pregunta era una blasfemia.

-El maestro ruso -dictaminó- ha penetrado más que nadie en los laberintos del alma eslava.

Esa tentativa retórica me pareció una prueba de que se había serenado.

Le pregunté qué otros volúmenes del maestro había recorrido.

Enumeró dos o tres, entre ellos El doble.

Le pregunté si al leerlos distinguía bien los personajes, como en el caso de Joseph Conrad, y si pensaba proseguir el examen de la obra completa.

-La verdad es que no -me respondió con cierta sorpresa.

Le pregunté qué estaba escribiendo y me dijo que preparaba un libro de versos que se titularía Los himnos rojos. También había pensado en Los ritmos rojos.

-¿Por qué no? -le dije-. Podés alegar buenos antecedentes. El verso azul de Rubén Darío y la canción gris de Verlaine.

Sin hacerme caso, me aclaró que su libro cantaría la fraternidad de todos lo hombres. El poeta de nuestro tiempo no puede dar la espalda a su época. Me quedé pensando y le pregunté si verdaderamente se sentía hermano de todos. Por ejemplo, de todos los empresarios de pompas fúnebres, de todos los carteros, de todos buzos, de todos los que viven en la acera de los números pares, de todos los afónicos, etcétera. Me dijo que su libro se refería a la gran masa de los oprimidos y parias.

-Tu masa de oprimidos y de parias -le contesté- no es más que una abstracción. Sólo los individuos existen, si es que existe alguien. El hombre de ayer no es el hombre de hoy sentencio algún griego. Nosotros dos, en este banco de Ginebra o de Cambridge, somos tal vez la prueba.

Salvo en las severas páginas de la Historia, los hechos memorables prescinden de frases memorables. Un hombre a punto de morir quiere acordarse de un grabado entrevisto en la infancia; los soldados que están por entrar en la batalla hablan del barro o del sargento. Nuestra situación era única y, francamente, no estábamos preparados. Hablamos, fatalmente, de letras; temo no haber dicho otras cosas que las que suelo decir a los periodistas. Mi alter ego creía en la invención o descubrimiento de metáforas nuevas; yo en las que corresponden a afinidades íntimas y notorias y que nuestra imaginación ya ha aceptado. La vejez de los hombres y el ocaso, los sueños y la vida, el correr del tiempo y del agua. Le expuse esta opinión, que expondría en un libro años después.

Casi no me escuchaba. De pronto dijo:

-Si usted ha sido yo, ¿cómo explicar que haya olvidado su encuentro con un señor de edad que en 1918 le dijo que él también era Borges?

No había pensado en esa dificultad. Le respondí sin convicción:

-Tal vez el hecho fue tan extraño que traté de olvidarlo.

Aventuró una tímida pregunta:

-¿Cómo anda su memoria?

Comprendí que para un muchacho que no había cumplido veinte años; un hombre de más de setenta era casi un muerto. Le contesté:

-Suele parecerse al olvido, pero todavía encuentra lo que le encargan.

Estudio anglosajón y no soy el último de la clase.

Nuestra conversación ya había durado demasiado para ser la de un sueño.

Una brusca idea se me ocurrió.

-Yo te puedo probar inmediatamente -le dije- que no estás soñando conmigo.

Oí bien este verso, que no has leído nunca, que yo recuerde.

Lentamente entoné la famosa línea:

L'hydre - univers tordant son corps écaillé d'astres. Sentí su casi temeroso estupor. Lo repitió en voz baja, saboreando cada resplandeciente palabra.

-Es verdad -balbuceó-. Yo no podré nunca escribir una línea como ésa.

Hugo nos había unido.

Antes, él había repetido con fervor, ahora lo recuerdo, aquella breve pieza en que Walt Whitman rememora una compartida noche ante el mar, en que fue realmente feliz.

-Si Whitman la ha cantado -observé- es porque la deseaba y no sucedió. El poema gana si adivinamos que es la manifestación de un anhelo, no la historia de un hecho.

Se quedó mirándome.

-Usted no lo conoce -exclamó-. Whitman es capaz de mentir.

Medio siglo no pasa en vano. Bajo nuestra conversación de personas de miscelánea lectura y gustos diversos, comprendí que no podíamos entendernos.

Eramos demasiado distintos y demasiado parecidos. No podíamos engañarnos, lo cual hace difícil el dialogo. Cada uno de los dos era el remendo cricaturesco del otro. La situación era harto anormal para durar mucho más tiempo. Aconsejar o discutir era inútil, porque su inevitable destino era ser el que soy.

De pronto recordé una fantasía de Coleridge. Alguien sueña que cruza el paraíso y le dan como prueba una flor. Al despertarse, ahí está la flor. Se me ocurrió un artificio análogo.

-Oí -le dije-, ¿tenés algún dinero?

-Sí - me replicó-. Tengo unos veinte francos. Esta noche lo convidé a Simón Jichlinski en el Crocodile.

-Dile a Simón que ejercerá la medicina en Carouge, y que hará mucho bien... ahora, me das una de tus monedas.

Sacó tres escudos de plata y unas piezas menores. Sin comprender me ofreció uno de los primeros.

Yo le tendí uno de esos imprudentes billetes americanos que tienen muy diverso valor y el mismo tamaño. Lo examinó con avidez.

-No puede ser -gritó-. Lleva la fecha de mil novecientos sesenta y cuatro. (Meses después alguien me dijo que los billetes de banco no llevan fecha.)

-Todo esto es un milagro -alcanzó a decir- y lo milagroso da miedo. Quienes fueron testigos de la resurrección de Lázaro habrán quedado horrorizados. No hemos cambiado nada, pensé. Siempre las referencias librescas.

Hizo pedazos el billete y guardó la moneda. 

Yo resolví tirarla al río. El arco del escudo de plata perdiéndose en el río de plata hubiera conferido a mi historia una imagen vívida, pero la suerte no lo quiso.

Respondí que lo sobrenatural, si ocurre dos veces, deja de ser aterrador. Le propuse que nos viéramos al día siguiente, en ese mismo banco que está en dos tiempos y en dos sitios.

Asintió en el acto y me dijo, sin mirar el reloj, que se le había hecho tarde. Los dos mentíamos y cada cual sabía que su interlocutor estaba mintiendo. Le dije que iban a venir a buscarme.

-¿A buscarlo? -me interrogó.

-Sí. Cuando alcances mi edad habrás perdido casi por completo la vista.

Verás el color amarillo y sombras y luces. No te preocupes. La ceguera gradual no es una cosa trágica. Es como un lento atardecer de verano. Nos despedimos sin habernos tocado. Al día siguiente no fui. EL otro tampoco habrá ido.

He cavilado mucho sobre este encuentro, que no he contado a nadie. Creo haber descubierto la clave. El encuentro fue real, pero el otro conversó conmigo en un sueño y fue así que pudo olvidarme; yo conversé con él en la vigilia y todavía me atormenta el encuentro.

El otro me soñó, pero no me soñó rigurosamente. Soñó, ahora lo entiendo, la imposible fecha en el dólar". 



Jorge Luis Borges 

 

sábado, agosto 28

La felicidad de Žižek


"Así es como funcionan las cosas; realmente no queremos lo que creemos que deseamos, realmente no queremos obtener lo que pensamos que queremos". 

El placer de leer a Lacan: el fantasma


Aforismos del fantasma 


• Mi amado es un fantasma y yo soy un fantasma para él. 


• Para mí, el amado es una imagen que formo en mi espíritu para uso de mi deseo.


• Vivimos con fantasmas pero nosotros mismos somos fantasmas para quien nos ama o nos odia.


• No existe un ser capaz de amar a otro ser tal como es. Pedimos a nuestro amado que se ajuste a la fantasía que proyectamos en él. Tal vez, el colmo del amor compartido consista en el furor de cada uno de los miembros de la pareja para transformarse con el propósito de ajustarse al fantasma del otro.


• Amamos lo que creamos.


• ¿Cómo puede uno gozar tanto o sufrir tanto por cosas imaginarias? ¿Cómo es posible que modelemos nuestra realidad con imágenes que nos dan placer o que nos hacen doler? Creo aquello que me tortura, como creo lo que me colma.


• No soy el que crees. Mi espejismo es lo que te excita o te irrita. Amas y odias a un fantasma.


• La mujer que uno ama es un monstruo, una quimera hecha de verdad y falsedad, de realidad y de espejismos. Amamos y, al amar, forjamos al ser que amamos.


• A veces, sucede que la mujer que creemos tener entre nuestros brazos aparece de pronto transformada en un hombre; y ocurre que el hombre que somos experimenta la voluptuosidad de ofrecer su cuerpo como lo ofrecería una mujer.


«Me preguntas si lo único que siempre tomaste entre tus brazos fue mi fantasma», concluyó la bella riendo; «pues bien, permíteme responderte: ¡eso no te incumbe!» (Mallarmé). ¿Qué le está diciendo a su amante la muchacha sino que permanezca engañado en su ilusión y continúe abrazando su imagen? Es como si le cuchicheara: «¡No te despiertes! ¡Déjate llevar por tu fantasma!»

• Cuando lloramos la pérdida de un ser querido, sabemos que lo hemos perdido pero no quién era él para nosotros; no sabemos lo que perdimos al perderlo. Del mismo modo, amamos sin saber a quién amamos verdaderamente".



Juan David Nasio

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Efecto mariposa


"¿De qué sirven la verdad, la belleza o el conocimiento cuando las bombas de ántrax llueven del cielo?“  

Aldous Huxley




viernes, agosto 27

Empathie


"Cuando te veas tentado a juzgar a una persona, piensa: 

"Si su pasado fuera tu pasado, si su dolor fuera tu dolor, si su nivel de conciencia fuera tu nivel de conciencia, muy probablemente pensarías y actuarías como él o ella".


Esta comprensión trae consigo perdón, compasión y paz". 


Eckhart Tolle

Blue day


"Nunca voy a olvidar aquella mañana cuando me aseguraban que habías fallecido. Mi mente no quería entenderlo. 

Al instante, comencé a llorar como un acto natural del dolor que sentí. Y es que me aterraba la idea de ya no verte más. 

Siempre fuiste tan fuerte, tan grande y tan feliz; siempre fuiste parte de mi, me ayudaste a crecer y a ser yo misma. 

Mi mente colapsó y mi alma se rompió". 

Se vale llorar ☕

"Te emparejas desde antes de formalizar con la persona que te gusta, de la misma forma, te separas desde antes de formalizar la separación". 

jueves, agosto 26

Una verdadera historia de amor










Atemorizados por sus propias pasiones

 "¿Me va a querer? 

Debo cerciorarme de que somos compatibles para que esto funcione. 

Debemos ir despacio para que esto funcione. 

¿Y si me deja? 

¿Pero si se enfoca mucho en otras cosas y me descuida? 

Esas maneras de pensar y tratar de resolver esos “dilemas” son sólo una señal de que no estás listo para emparejarte. Para emparejarse sólo se requiere desnudez y deseo".



miércoles, agosto 25

La incertidumbre

"Desde una posición neurótica se aborrece la incertidumbre, se prefiere una certeza imaginada (optimista o catastrófica), por eso el neurótico abraza sus síntomas o sus discursos delirantes, es una manera momentánea de fugarse de la incertidumbre y de la angustia.

En las relaciones interpersonales sucede esto, se prefiere a las personas que de alguna manera han “garantizado” que no se irán: se toleran mentiras o maltratos, infidelidades, agresiones, indiferencia, apatía y demás, incluso hay quienes formalizan una dependencia. ¿Por qué hay tantas relaciones con estas características que no se separan? Porque las personas prefieren abrazar sus malestares que lidiar con lo incierto de empezar de nuevo. 

Sin embargo, renunciar a la incertidumbre tiene un costo, los individuos matan sus pasiones, sus convicciones, mueren un poco, no hay deseo, eligieron la seguridad. La propia mortalidad provoca angustia y asumir conciencia de que podemos morir en cualquier momento nos convoca a vivir, ese es el papel de la muerte, nos muerde, nos presiona para vivir aquello que deseamos, sin conciencia de muerte muchas cosas pierden sentido. Lo mismo sucede con una pérdida, la idea de perder a alguien nos lleva a apreciarle, a cuidarle, a valorarle, a aprovechar el tiempo, esa idea ocurre con la incertidumbre, saber que el otro está ahí para nosotros pase lo que pase nos mata el deseo, perdemos el temor a su ausencia y le dejamos de valorar, todo por apostarle a la seguridad. 

El neurótico no aborrece la mentira, se estructura en ella, por eso el sexo no es sexo, trata de algo más, lo mismo con el emparejamiento, tiene que tratar de algo más y ese algo más suele ser una exageración.

Por eso el neurótico necesita que le mientan y el perverso saca mucho provecho de eso, políticos, líderes religiosos, coaches, personajes autonombrados líderes espirituales, vendedores, parejas manipuladoras saben lo que un neurótico quiere escuchar y es lo que le ofrecen, si hay algo que aborrece el neurótico y se resiste activamente a algo es a su propia verdad".



Psiquismo paralelo

 

"El psicoanálisis en las vías de Lacan rompe con la idea de un individuo que se propone un objetivo y se prepara para cumplirlo.


Entonces, comienza a plantear la noción de un “sujeto” como atado a una estructura que lo preexiste. Así la sensación de autonomía de una persona, su mismidad, (el yo), no resulta confiable, sino que autoengaña, en el sentido de realizar acciones que no coinciden con lo que esa persona quisiera realizar.

De esta manera las personas realizan maniobras tales como no poder estudiar a pesar de proponérselo, decir algo que no se quería, fracasar al triunfar, olvidos, actos fallidos, errores, mantener relaciones que causan daño, etc.


El psicoanálisis postula la noción de representaciones inconscientes. El psicoanálisis de la corriente llamada francesa (partiendo de la lectura de Jacques Lacan), rompe con la idea de una vida inconsciente y otra consciente.


No acepta que exista una vida inconsciente separada, como si se tratara de un psiquismo paralelo. Por el contrario postula que el inconsciente no está ni se ubica en ningún lado, sino que éste se produce.


Por lo tanto, los fallidos son la irrupción de una representación inconsciente que no estaba en ninguna parte, sino que se produjo en ese momento". 


Clínica del deseo

Orlando López Firpo 

martes, agosto 24

El libro del desasosiego - ver menos.

 

"El instinto infante de la humanidad que hace que el más orgulloso de nosotros, si es un hombre y no un loco, anhele, […], la mano paternal que lo guíe a través del misterio y de la confusión del mundo. Cada uno de nosotros es un grano de polvo que el viento de la vida levanta, y después deja caer. Tenemos que arrimarnos a un amparo, que no a una vana figura o amante vano; porque la forma es siempre incierta, el cielo siempre lejano y la vida siempre ajena.


El más alto de nosotros no es más que un conocedor más cercano a lo hueco y a lo incierto de todo.


Puede ser que nos guíe una ilusión; la conciencia, sin embargo, es la que no nos guía". 


Fernando Pessoa

Chef a domicilio


 « Puede que no lo haga todo bien en mi vida, pero soy bueno en esto. Me las arreglo para tocar la vida de la gente con lo que hago, y quiero compartir esto contigo ».

Carl Casper

sábado, agosto 21

28 años con la magistral lista de Schindler


""La Lista De Schindler" es una de las mejores películas de la historia del cine, y posiblemente la mejor en la carrera de un director tan legendario como Steven Spielberg. Estrenada en 1993,  esta película basada en la novela "El Arca De Schindler" del escritor Thomas Keneally, nos narra la historia de Oskar Schindler ( Interpretado por Liam Neeson), un empresario alemán de gran talento para las relaciones públicas, busca ganarse la simpatía de los nazis de cara a su beneficio personal. Después de la invasión de Polonia por los alemanes en 1939, Schindler consigue, gracias a sus relaciones con los altos jerarcas nazis, la propiedad de una fábrica de Cracovia. Allí emplea a cientos de operarios judíos, cuya explotación le hace prosperar rápidamente, gracias sobre todo a su gerente Itzhak Stern (Interpretado por Ben Kingsley), también judío. Pero conforme la guerra avanza, Schindler junto a Stern comienzan ser conscientes de que a los judíos que contratan, los salvan de una muerte casi segura en el temible campo de concentración de Plaszow, que lidera el Comandante nazi Amon Goeth (Interpretado por Ralph Fiennes), un hombre cruel que disfruta ejecutando judíos.


El legado de esta película es enorme, tanto por ser una obra maestra del séptimo arte, como por ser una gran lección antibélica basándose en uno de los más importantes y terribles episodios de la historia de la humanidad, como ha sido la Segunda Guerra Mundial.


10 cosas datos curiosos sobre La Lista De Schindler, ganadora del premios Oscar a mejor película en el año 1993:

1-  Para conseguir trajes para los 20.000 extras de la película, el diseñador de vestuario puso anuncios por todas partes en Polonia, pidiendo a las personas que vendieran a la producción ropa que conservaran de la década de los 30`s y 40`s. Muchas personas de la población más pobre de Polonia, que se encontraba en ese entonces en crisis económica, se acercaron a vender ropa que conservaban e incluso se ofrecían como extras en la película.

2-  Mila Pfefferberg, esposa del sobreviviente de la guerra Leopold Poldek, dijo que sintió un total pánico cuando llegó al set de la película y vio a Ralph Fiennes interpretando a Amon Goeth, porque decía que Amon hubiese reencarnado en ese hombre.

3- Steven Spielberg, consiguió el permiso para filmar dentro del campo de concentración de Auschwitz, pero decidió no filmar ahí por respeto a las víctimas. Las locaciones que vemos en la película fueron un set que se construyó justo a las afueras del campo de concentración. 

4-  Spielberg ofreció a Roman Polanski, la dirección de la película, pero este la rechazó debido a que el tema era demasiado personal para él. Polanski fue un sobreviviente de la masacre de Cracovia cuando tenía 8 años de edad, además de que evitó los temas de la guerra en sus películas hasta que dirigió El Pianista.

5-  Dirigir la película fue un trabajo bastante duro para Spielberg porque lo ponía de un humor bastante triste. La solución de Steven, era ver cada noche en medio de las filmaciones, episodios de Seinfeld.

6-  La filmación de la película tardó 72 días. Hasta hoy sigue siendo la película en blanco y negro más costosa de la historia. 


7-  Casi el 40% de la película fue filmada con cámara en mano.

8-  Steven Spielberg siempre se ha negado rotundamente a autografiar cualquier material relacionado con la película.

9-  Se encuentra en la lista de las 45 películas más valiosas escogidas por el Vaticano.

10-  La persona que pone las flores sobre las rocas al final de la película, es Liam Nesson, y no Steven Spielberg como por años se había dicho". 



Cinéfilos del mundo 



viernes, agosto 20

El secreto de Bill Gates


"Bill Gates le entregó un cheque a una periodista diciéndole que anotara la cantidad de dinero que quisiera.

Ella respondió ofendida:

"Señor Bill Gates, no hablo de eso. Le pregunté cuál es el secreto de su éxito". 

Él le entregó el cheque nuevamente pero ella se negó a aceptarlo.

Bill Gates le dijo:  "Es tu última oportunidad, tómalo y ponle la cantidad que quieras".  Ella no aceptó. Entonces rompió el cheque y le dijo:

"El secreto de mi éxito es que no pierdo ninguna oportunidad como tú acabas de hacerlo. Si tuvieras la filosofía de ver las situaciones y las propuestas como oportunidades, podrías haberte convertido en la periodista más rica del mundo. La diferencia entre tú y yo, es que yo veo oportunidades en todo y tú viste todo, menos una oportunidad". 

jueves, agosto 19

Confía en tu proceso

"𝑆𝑖 𝑚𝑖 𝑒𝑛𝑒𝑟𝑔í𝑎 𝑛𝑜 𝑡𝑒 𝑑𝑒𝑠𝑝𝑖𝑒𝑟𝑡𝑎, 𝑛𝑜 𝑠𝑜𝑦 𝑝𝑎𝑟𝑎 𝑡𝑖.


𝑆𝑖 𝑚𝑖 𝑒𝑠𝑝í𝑟𝑖𝑡𝑢 𝑛𝑜 𝑡𝑒 𝑖𝑛𝑠𝑝𝑖𝑟𝑎, 𝑛𝑜 𝑓𝑢𝑒𝑟𝑐𝑒𝑠 𝑙𝑎 𝑐𝑜𝑛𝑒𝑥𝑖ó𝑛.

𝑆𝑖 𝑚𝑖 𝑚𝑒𝑛𝑡𝑒 𝑛𝑜 𝑡𝑒 𝒉𝑎𝑐𝑒 𝑝𝑒𝑛𝑠𝑎𝑟 𝑚á𝑠 𝑝𝑟𝑜𝑓𝑢𝑛𝑑𝑜,
𝑛𝑜 𝑡𝑖𝑒𝑛𝑒 𝑠𝑒𝑛𝑡𝑖𝑑𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑚𝑒 𝑡𝑒𝑛𝑔𝑎𝑠 𝑒𝑛 𝑚𝑒𝑛𝑡𝑒.

𝑆𝑖 𝑚𝑖 𝑝𝑎𝑠𝑖ó𝑛 𝑛𝑜 𝑡𝑒 𝑚𝑢𝑒𝑣𝑒,
𝑒𝑛𝑡𝑜𝑛𝑐𝑒𝑠, 𝑠𝑒𝑟á 𝑚𝑒𝑗𝑜𝑟 𝑐𝑎𝑚𝑏𝑖𝑎𝑟 𝑑𝑒 𝑑𝑖𝑟𝑒𝑐𝑐𝑖ó𝑛.

𝑆𝑖 𝑚𝑖 𝑝𝑟𝑒𝑠𝑒𝑛𝑐𝑖𝑎 𝑛𝑜 𝑡𝑒 𝑎𝑦𝑢𝑑𝑎 𝑎 𝑒𝑣𝑜𝑙𝑢𝑐𝑖𝑜𝑛𝑎𝑟,
𝑠𝑒𝑔𝑢𝑟𝑎𝑚𝑒𝑛𝑡𝑒 𝑙𝑜 𝒉𝑎𝑟á 𝑚𝑖 𝑎𝑢𝑠𝑒𝑛𝑐𝑖𝑎.

𝑆𝑖 𝑚𝑖 𝑎𝑚𝑜𝑟 𝑛𝑜 𝑎𝑏𝑟𝑒 𝑡𝑢 𝑐𝑜𝑟𝑎𝑧ó𝑛,
𝑑𝑒𝑓𝑖𝑛𝑖𝑡𝑖𝑣𝑎𝑚𝑒𝑛𝑡𝑒 𝑜𝑡𝑟𝑜 𝑎𝑚𝑜𝑟 𝑙𝑜 𝒉𝑎𝑟á,
𝑣𝑒 𝑦 𝑒𝑛𝑐𝑢𝑒𝑛𝑡𝑟𝑎 𝑙𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝒉𝑎𝑐𝑒 𝑣𝑖𝑏𝑟𝑎𝑟 𝑡𝑢 𝑠𝑒𝑟,
𝑛𝑜 𝑡𝑒 𝑑𝑒𝑡𝑒𝑛𝑔𝑎𝑠, 𝑛𝑖 𝑠𝑖𝑞𝑢𝑖𝑒𝑟𝑎 𝑝𝑎𝑟𝑎 𝑚𝑖𝑟𝑎𝑟 𝑎𝑡𝑟á𝑠.

𝑈𝑛𝑜 𝑑𝑒 𝑙𝑜𝑠 𝑎𝑐𝑡𝑜𝑠 𝑑𝑒 𝑎𝑚𝑜𝑟 𝑚á𝑠 𝑔𝑟𝑎𝑛𝑑𝑒𝑠 𝑒𝑠 𝑑𝑒𝑗𝑎𝑟 𝑖𝑟,
𝑙𝑎 𝑒𝑛𝑒𝑟𝑔í𝑎 𝑛𝑜 𝑚𝑖𝑒𝑛𝑡𝑒.

𝐶𝑜𝑛𝑓í𝑎 𝑒𝑛 𝑡𝑢 𝑝𝑟𝑜𝑐𝑒𝑠𝑜. 𝐶𝑜𝑛𝑓í𝑎 𝑒𝑛 𝑡𝑢𝑠 𝑡𝑖𝑒𝑚𝑝𝑜𝑠".

miércoles, agosto 18

Nuestro tiempo

"No perdamos nada de nuestro tiempo; quizá los hubo más bellos, pero este es el nuestro". 


 Jean-Paul Sartre 

 

martes, agosto 17

Mucho antes

"A mi alrededor va sucediendo una cosa tras otra. Algunas las he elegido yo, otras no. Pero ya no soy capaz de distinguir las unas de las otras. Es decir, que las cosas que creo haber elegido yo, en realidad parece que ya estuvieran decididas de antemano mucho antes de que yo las eligiera".


Haruki Murakami

lunes, agosto 16

La llave de la buena vida

"No se sabe si avanzamos más cuando progresamos, en las ganancias y cuando la vida nos sonríe o cuando nos retraemos, en las pérdidas y cuando afloran las lágrimas, es decir, si avanzamos más espiritualmente y en nuestro viaje existencial cuando estamos en expansión o cuando estamos en retracción. La duda es razonable pues, a veces, cuando la vida nos quita algo, también nos libera de algo y nos otorga cierta libertad y desnudez, y un mayor contacto con el espíritu, con el abrazo silencioso de lo eterno, desconocido hasta ese momento". 


Joan Garriga

 

domingo, agosto 15

El capitán salió a comer y los marineros tomaron el barco

"A veces no hay advertencias. Las cosas ocurren en segundos. Todo cambia. Estás vivo. Estás muerto. Y todo sigue adelante. Somos delgados como el papel. Existimos a base de suerte, entre  porcentajes, temporalmente. Y eso es lo mejor y lo peor, el factor temporal. Y no se puede hacer nada al respecto. Puedes sentarte en la cima de una montaña y meditar durante décadas, pero eso no va a cambiar. Puedes cambiar tú mismo y aprender a aceptar las cosas, pero quizá eso también sea un error... Quizá pensamos demasiado. Hay que sentir más, pensar menos".

 

Charles Bukowski

 

viernes, agosto 13

Yo (ego)

"El yo (ego) está estructurado exactamente como un síntoma. No es más que un síntoma privilegiado en el interior del sujeto. Es el síntoma humano por excelencia, la enfermedad mental del hombre".

Jacques Lacan

Seminario I

jueves, agosto 12

El yo siempre está en el campo del otro

"… El inconsciente es el discurso del otro. Este discurso del otro no es el discurso del otro abstracto, del otro de la díada, de mi correspondiente, ni siquiera simplemente de mi esclavo: es el discurso del circuito en el cual estoy integrado. Soy uno de sus eslabones. Es el discurso de mi padre, por ejemplo, en tanto que mi padre ha cometido faltas que estoy absolutamente condenado a reproducir: lo que llaman super-ego.

Estoy condenado a reproducirlas porque es preciso que retome el discurso que él me legó, no simplemente porque soy su hijo sino porque la cadena del discurso no es cosa que alguien pueda detener, y yo estoy precisamente encargado de transmitirlo en su forma aberrante a algún otro. (…) Forma circular de una palabra que está justo en el límite del sentido y el sin sentido, que es problemática".

miércoles, agosto 11

La transferencia

"… Incluso en las uniones inauguradas bajo unos auspicios tan poéticos [enamoramiento], sucede con el tiempo que vengan a centrarse sobre el objeto amado todos los efectos de una censura activa. No es simplemente que alrededor de él se reagrupe todo el sistema de las prohibiciones sino también que es a él que se viene —función tan constitutiva de la conducta humana — a demandar permiso. Conviene no descuidar de ningún modo, en las formas muy auténticas, de la mejor calidad, de la relación amorosa, la incidencia, no digo del ideal del yo sino verdaderamente del superyó como tal y en su forma más opaca y más desconcertante".


Jacques Lacan

Seminario 8

Grande, Cerati


 “Poder decir adiós es crecer”. 


Hoy cumpliría 62 años Gustavo Cerati. 

lunes, agosto 9

El placer de Bukowski

 "Sólo los locos y los solitarios pueden permitirse el lujo de ser ellos mismos 

porque los solitarios no necesitan complacer a nadie 

y a los locos no les importa ser comprendidos".


Charles Bukowski

domingo, agosto 8

Lo bello y lo triste

"El tiempo pasó. Pero el tiempo se divide en muchas corrientes. Como en un río, hay una corriente central rápida en algunos sectores y lenta, hasta inmóvil, en otros[...] El tiempo corre de la misma manera para todos los seres humanos; pero todo ser humano flota de distinta manera en el tiempo[...] Las corrientes del tiempo nunca son iguales para dos personas, ni siquiera cuando son amantes". 


Yasunari Kawabata

sábado, agosto 7

El costo de Jung


"Todo lo bueno es costoso, y el desarrollo de la personalidad es una de las más costosas de todas. Te costará tu inocencia, tus ilusiones, tu certeza". 


Carl G. Jung

 

Rings a bell!


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Mente indomable

“No eres perfecto chico y déjame ahorrarte el suspenso: ella tampoco lo es, la pregunta es si son perfectos el uno para el otro”.
Good Will Hunting ( 1997)
 

Litost

Al referirse a esta palabra, el autor checo, Milan Kundera, dijo: "He buscado vanamente en otras lenguas el equivalente de esta palabra, porque me parece difícil imaginar cómo alguien puede comprender el alma humana sin ella”. Litost representa un momento de oscuridad en nuestras vidas, pero es también el punto de partida hacia adelante". 
 

jueves, agosto 5

黄道十二宮, Kōdō Jyūnikyū

¿Y el reloj de fuego? 


El amor dura tres años

"Estar solo se ha convertido en una enfermedad vergonzosa. ¿Por qué todo el mundo huye de la soledad? Porque obliga a pensar. En nuestros días, Descartes ya no escribiría "Pienso, luego existo". Diría: "Estoy solo, luego pienso". Nadie desea la soledad porque te deja demasiado tiempo para pensar. No obstante, cuanto más piensa uno, más inteligente es, o sea, más triste". 


Frédéric Beigbeder

 

Nuestro misterio

"Nunca sabremos por qué irritamos a la gente, qué es lo que nos hace simpáticos, qué es lo que nos hace ridículos; nuestra propia imagen es nuestro mayor misterio". 

Milan Kundera

 

miércoles, agosto 4

El deseo y su interpretación

 


"El análisis no es una simple reconstitución del pasado; el análisis  tampoco es una reducción a normas preformadas; el análisis no es un épos; el análisis no es un éthos. Si debiese compararlo con algo, sería con un relato que fuese, a su vez,  el lugar del encuentro acerca del cual se trata  en el relato".


Jacques Lacan 

Seminario 6

El despertador de Kundera

"La gente no aprecia la mañana. Se despiertan por la fuerza, con la ayuda del despertador, que destruye su sueño como un hacha y se entregan repentinamente a una lastimosa prisa. ¡Ya me dirá usted que clase de día es el que empieza con esa clase de violencia! ¡Qué puede pasarle a la gente cuando recibe diariamente con la ayuda del despertador un pequeño shock eléctrico! Diariamente tienen que acostumbrarse a la violencia y desacostumbrarse al goce. Créame lo que decide el carácter de la gente son las mañanas".


Milan Kundera

martes, agosto 3

Vanessa Guzmán parece hombre

"Vanessa Guzmán parece hombre. Lo que ella ha logrado requiere tiempo. "Parece hombre" dicen las mujeres. Las preguntas son: ¿El hombre que tienes en casa se ve así? Lo dudo mucho ¿Cuántos hombres conoces así? ¿Ninguno?

Dicen "yo no quiero estar así". Tranquilas, no tienen la disciplina ni el dinero. No te pones así por accidente. No creas que por ir dos veces al gimnasio a platicar y faltar tres meses, lo vas a lograr. Tampoco se logra cargando pesas de 5 libras. No es magia, no es casualidad.

Dicen hombres "a mi no me gustan las mujeres así". Tranquilos, una mujer así jamás se fijará en ustedes. ¡Descansen hermanos!"



Monster

 « Todavía escucho personas gritar "cuatro celdas abajo". Todavía siento los ojos de los guardias viéndome mientras duermo. Tengo que agarrar una bocanada de aire, a veces, para recordarme que no voy a volver. Pero luego pienso en la sangre de ese cuerpo y siento culpa...



Recuerdo esos 93 pasos, sin decírselo a nadie, esperando que todo desaparezca.



Niño

Hombre

Humano

Monstruo

No sé quién soy

¿Qué ves cuando me miras? »