« No se crean que es majadería,
que nadie se levante aunque me ría.
Hace rato que vengo lidiando con gente
que dice que yo canto cosas
indecentes.
Te quiero, mi amor, no me dejes solo,
no puedo estar sin ti, mira que yo lloro.
¿Lo ven?
ya soy decente, me fue fácil.
Que el público se agrupe y que me aclame
que se acerquen los niños, los amantes del ritmo
que se queden sentados los intelectuales.
Debo partirme en dos, debo partirme en dos.
Unos dicen que aquí,
otros dicen que allá
y yo sólo quiero decir,
sólo quiero cantar,
y no importa la suerte
que pueda correr una canción.
Yo también canté en tonos menores,
yo también padecí de esos dolores,
yo también parecía cantar como un santo,
yo también repetí en millones de
cantos.
Pero te quiero, mi amor no me dejes solo
no puedo estar sin ti, mira que yo lloro.
Pero me fui enredando en más asuntos
y aparecieron cosas de este mundo
"Fusil contra fusil", "La canción de la
Trova" y "La era pariendo" se puso
de moda.
Debo partirme en dos, debo partirme en dos...
Yo quería cantar encapuchado
y después confundirme a vuestro lado,
aunque así no tuviera amigos y citas
y algún que otro favor de una chica bonita.
Pero te quiero, mi amor no me dejes sólo
No voy a repetir ese estribillo,
algunos ojos miran con mal brillo
y estoy temiendo ahora no ser interpretado,
casi siempre sucede que se piensa algo malo.
Debo partirme en dos,debo partirme en dos...
Unos dicen que aquí,
otros dicen que allá,
y yo sólo quiero decir,
sólo quiero cantar,
y no importa la suerte
que pueda correr una canción
Sólo quiero cantar y no importa que luego
me suspendan la función »
Silvio Rodríguez