« El inglés los dejó enzarzados en un duelo de dichos y paráfrasis. Antes de volverse a dormir oyó argumentar al republicano:
- Mire, padre, la gente no quema iglesias y conventos sin ton ni son. Nunca han quemado una taberna, un hospital ni una plaza de toros. Si en toda España el pueblo elige quemar iglesias, con lo que cuestan de prender, por algo será ».
Eduardo Mendoza