martes, enero 22

Los geniecillos dominicales

« ¿Adónde iba tanto hombre, tanta mujer, vestidos todos, cosa increíble, vestidos todos hasta con coquetería, afeitados o peinados, polvos y brillantina, raya del pantalón pasable, chompa lavada, así, por legiones, moléculas disparatadas, tristes de verdad, o más bien resignados, o tal vez aguantadores, hacedores de colas, buena gente que comía lentejas, fanáticos de Gary Cooper, con hijos, con problemas, con su pasado en pantalón corto, sus fotografías en la cartera, sus amores y espasmos terribles, su gripe, sus muebles a plazos? » 









Julio Ramón Ribeyro