viernes, enero 11

La amante de Bolzano

« Esa abundancia desmedida, ese fluir salvaje, ese todo o nada del que hablaba el viejo loco con experimentado desprecio habrán sido quizá lo mejor... Tal vez todo lo demás -la cautela, la sabiduría, la cordura, la inteligencia- no valga ni un comino porque no está enardecido por la loca pasión de la juventud, ese extraño deseo que pretende salvar el mundo y al mismo tiempo consumirse a sí mismo, que quiere agarrar con las dos manos todo lo que el mundo le ofrece y que a la vez arroja a puñados todo lo que la vida le regala... Así que es mejor que empieces a hablar de manera más sosegada. El de hoy es un carnaval diferente, un contrato diferente, una cita amorosa diferente. Es el final de la juventud. Ahora empieza la edad madura del hombre, uno de sus momentos más sabios, como si fueran las cuatro de la tarde de un día de mediados de octubre »    


Sándor Márai