« Ustedes construyen lógicamente sus acciones: todo va como en un tablero de ajedrez aquí el criminal, allá la víctima, allí el cómplice, aquí el beneficiario: basta que el detective sepa las reglas y repita la partida, y ya ha localizado al criminal, haciendo triunfar la justicia. Esta ficción me pone furioso. A la realidad sólo se acerca uno en parte con la lógica. Los factores de perturbación que se entremeten en el juego son tan numerosos que, con demasiada frecuencia, sólo la pura suerte profesional y el azar lo deciden a nuestro favor. O disfavor. Pero en las novelas de Vds el azar no tiene algún papel, y cuando algo parece azar, ha sido también destino y suposición: desde siempre Vds los escritores han arrojado la verdad a que la devoren las reglas dramáticas. ¡Manden al demonio por fin esas reglas! También lo casual, lo incalculable, lo inconmensurable, tienen un papel demasiado grande ».
Friedrich Durrenmatt