« Llegar a ser un autor conocido, apreciado quizá, buscado por los directores de los diarios, deseado por los editores, perseguido por los críticos y por los censores de oficio, traducido a otros idiomas, candidato a la honesta celebridad de los cuarenta años. ¿Y luego? Comenzaba a lograr todo esto y sentía que no me bastaba, que no me hubiera bastado jamás. ¿Qué me importaba llegar a ser un filósofo "brillante", un escritor "muy conocido en el mundo literario", un fabricante y vendedor más o menos afortunado de palabras y de pensamientos? ¿Dónde iba a acabar? Poco se requería para saberlo. Aún mirando adelante con toda la locura permitida a los mediocres, sólo veía esto: mis obras impresas en Tréveris, profesor de la universidad, académico, y finalmente, siendo ya un viejo decrépito y alelado, conseguir el premio Nobel. ¡Y nada más! Yo sentía haber nacido para otras cosas, anhelar otros fines ».
Giovanni Papini