« Cuando uno tiene razón veinticuatro horas antes que el común de los hombres, pasa por no tener sentido común durante veinticuatro horas.
Nada sorprende cuando todo sorprende: es el estado de los niños.
Quienes piden prodigios no sospechan que piden a la naturaleza la interrupción de sus prodigios.
Pasamos la mitad de la vida memorizando sin comprender y la otra mitad comprendiendo sin memorizar.
Mientras la pobreza hace gemir al hombre, la opulencia lo hace bostezar. Cuando la fortuna nos exime de trabajo, la naturaleza nos abruma de tiempo.
Un poco de filosofía aleja de la religión; y mucha, hace volver »
Antoine de Rivarol