lunes, octubre 15

Si yo volviera a ser niño

« Cuando era grande, al ver la nieve, pensaba enseguida que habría barro y sentiría el calzado húmedo. ¿Alcanzaría, acaso, el carbón para el invierno?

También había alegría, pero cubierta de ceniza, polvorienta, gris. Ahora la siento blanca, transparente, enceguecedora. ¿Porqué? Por nada: la nieve. Camino despacio, con cuidado; me da miedo pisarla. Alrededor, chispas que relucen, que brillan fosforescentes y viven. Y dentro de mí miles de chispas. Como si alguien esparciera polvo de diamantes sobre la tierra y en el alma. Se ha sembrado y crecerán árboles de diamantes. Brotará un brillante cuento de hadas.

Cae sobre la mano una blanca estrellita. Preciosa, chiquita, cariñosa. Lástima que desaparecerá asustada. la soplo. me alegro que no esté porque ya es otra. Abro la boca y le recojo en los labios. Siento el frío cristalino de la nieve, la blancura limpia y fría »

Janusz Korczak