« Una sequía con esperanza no es lo mismo que una sequía sin esperanza.
En la primera, cada segundo es venerado porque acerca a la lluvia ansiada.
En la segunda, cada instante es odiado porque aleja del líquido generador ».
En la primera, cada segundo es venerado porque acerca a la lluvia ansiada.
En la segunda, cada instante es odiado porque aleja del líquido generador ».