_ Y entonces el desánimo se levanta, eleva su única mano y agarra el volante, mi cuello gira sobre si mismo y siempre ves la misma imagen, sus ojos te miran penetrantes y me dicen que la cercanía entre dos entes hace disparar sus sensaciones nerviosas, agita el contenido y suena a hueco, entonces solo, solo estás, no veo a nadie ya, sus ojos están más abajo que los tuyos, pero más arriba que los suyos, no consigues contestar a lo que parece evidente y es, quizá, desde lejos se vea mejor, a quien temes haber fallado, en mi cerebro la nube de la ignorancia se ve disminuida y abrumada por silencio absoluto de tu culpa y la tormenta de terror y pavor que sus palabras crean, sus ojos te miran penetrantes y me dicen que la cercanía entre dos entes hace disparar sus sensaciones nerviosas, me agarro a que todo te ha salido mal ».
Diane Setterfield