jueves, marzo 29

& algo más

« Los demás representan y además realizan un trabajo. El actor se limita a representar y su trabajo consiste en eso. Esto ya ha sido considerado por algunos sociólogos, que han llegado a la conclusión de que la vocación de actor es una vocación idiota, que había que ser idiota para sentirla, ya que tener vocación de hacer lo que hace todo el mundo a diario, desde que se levanta hasta que se acuesta, y lo mismo que haría él aunque no fuera actor, es una tontería. Yo no sé si es una tontería, una estupidez, pero, así planteado, parece que tener esa vocación y no tener alguna es exactamente lo mismo ».


Fernando Fernán Gómez