jueves, abril 25

Tu jardín con enanitos

« Hoy le pido a mis sueños, que te quiten la ropa,
que conviertan en besos,
todos mis intentos de morderte la boca.

Y aunque entiendo que tú,
tú siempre tienes la última palabra en ésto del amor,
yo hoy le pido a tu ángel de la guarda, que comparta,
que me de valor y arrojo en la batalla, para ganarla.

Y es que yo no quiero pasar por tu vida como las modas.
No se asuste señorita, nadie le ha hablado de boda.

Yo tan sólo quiero ser las cuatro patas de tu cama,
tu guerra todas las noches, tu tregua cada mañana.

Quiero ser tu medicina, tus silencios y tus gritos,
tu ladrón, tu policía, tu jardín con enanitos.

Quiero ser la escoba que en tu vida barra la tristeza,
quiero ser tu incertidumbre y sobretodo, tu certeza.

Hoy le pido a la luna que me alargue ésta noche,
que alumbre con fuerza éste sentimiento
y bailen los corazones.

Y aunque entiendo que tú
serás siempre ese sueño que, quizá, nunca podré alcanzar;

Y es que yo quiero ser quien nunca olvide tu cumpleaños,
quiero que seas mi rosa y mi espina, aunque sé que me harás daño.

Quiero ser tu carnaval, tus principios y tus finales,
quiero ser el mar donde puedas ahogar todos tus males.

Quiero que seas mi tango de gardel, mis octavillas,
mi media luna de miel, mi blus, mi octava maravilla,
el baile de mi salón, la cremallera y los botones
quiero que lleves tu falda y también mis pantalones.

Quiero ser tu astronauta, el primer hombre que pise tu luna,
clavando en ti una bandera de locura,
para pintar tu vida de color, de pasión,
de sabor, de emoción y ternura.

Sepa usted que yo ya no tengo cura sin su amor »
Melendi