« ¿De qué sirve que te diga que no dejo de pensar en ti desde que me despierto? ¿De qué sirve que te diga que a veces no puedo ni pensar con claridad ni hacer bien mi trabajo como es debido? Explícame qué gano diciéndote que únicamente siento miedo como los demás, cuando pienso que pueden hacerte daño. Esa es la razón por la que estoy en este porche, Ivy Walker. Temo por tu seguridad por encima de todo. Y sí, bailaré contigo en nuestra noche de bodas ».