domingo, mayo 6

Un imperio

« Nosotros seguimos construyendo el Imperio.
Es difícil construir un imperio
cuando se anhela toda la inocencia del mundo.
Pero da gusto construirlo
con esta lealtad
y esta unidad política
con que lo estamos construyendo nosotros.
Hemos abierto casas para los dictadores
y para sus ministros,
avenidas para llenarlas de fanfarrias
en la noche de las celebraciones,
establos para las bestias de carga,
y promulgamos leyes más espontáneas que verdugos,
y ya hasta nos conmueve ese sonido
que hace la campanilla de la puerta donde vino a instalarse
el prestamista.
Todavía lo estamos construyendo
con todas las de la ley, con su obispo y su puta y por supuesto muchos policías
».