jueves, mayo 3

Caballero del Jubón Amarillo

« Los jóvenes esposos se instalaron en una modesta casa alquilada en la plaza de Antón Martín, en espera de que Lopito obtuviera reconocimiento de alferez. Que yo sepa, fueron felices tres meses. Después, debido a la infección del aire y la corrupción del agua por los grandes calores que asolaron Madrid ese mismo año, Laura Moscatel murió de fiebres malignas, sangrada y purgada por médicos incompetentes.; y su joven viudo, con el corazón destrozado, volvióse a Italia.

Tal fue el remate de la novelesca aventura de aquella noche en la calle de la Madera, y algo aprendí yo mismo del triste episodio: Todo se lo lleva el tiempo, y la felicidad eterna sólo existe en la imaginación de los poetas y en los escenarios de los corrales de comedias ».





Arturo Pérez Reverte