« Cuando haces una cosa, todo debe estar ordenado matemáticamente. Eso fue lo que aprendió Hemingway en las corridas de toros y lo aplicó en su obra. Eso es lo que yo aprendo en las carreras de caballos y lo aplico a mi vida. Los buenos de Hem y Buk.
- ¿Qué hay, Hem?, soy Buk.
-Oh, Buk, qué alegría oírte.
-Es que me gustaría acercarme a tomar una copa.
-Oh, me encantaría. muchacho, pero sabes, bueno,
en realidad me voy ahora mismo de la ciudad.
-Pero... ¿por qué te vas, Ernie?
-Tú has leído los libros. dicen que estaba loco, que imaginaba cosas. entrando y saliendo del manicomio. Dicen que imaginaba que tenía el teléfono controlado, que imaginaba que tenía la silla pegada al culo, que me seguían y me vigilaban. ¿Sabes? yo no fui en realidad político, pero siempre jodí con la izquierda, la guerra española, todo ese rollo.
-Sí, la mayoría de ustedes los literatos se inclinan a la izquierda. Parece romántico, pero puede resultar una trampa infernal.
-Lo sé, pero, en fin, yo tenía aquella terrible resaca y sabía que había dado un patinazo, y cuando creyeron en EL VIEJO Y EL MAR supe que el mundo estaba podrido.
-Lo sé, volviste a tu primer estilo, pero no era real.
-Yo sé que no era real. Y conseguí el PREMIO. Y que me siguieran y me vigilaran. La vejez cayó sobre mí; bebiendo, allí sentado como un vejestorio, contando historias rancias a quien quisiese escucharlas. ¿Qué iba a hacer sino pegarme un tiro?
-Bueno, Ernie, ya te veré.
-De acuerdo, sé que lo harás, Buk.
colgó ».
Charles Bukowski