« ¿Cómo vas a poder amar si tienes miedo?
El amor no puede existir con el miedo. Y hay miedo, así que sólo puedes crear una ficción de que amas. Y de nuevo, en realidad no es más que una medida de seguridad. Amas para no sentir miedo. Siempre que crees que amas, tienes menos miedo. Por un momento te puedes olvidar de la muerte. Se crea una ilusión en la que puedes sentir que eres aceptado por la existencia; no eres rehusado, rechazado. Por eso hay tanta necesidad de amor y de ser amado.
Siempre que eres amado por alguien, creas en torno a ti una ilusión de que eres necesitado por la existencia; al menos por alguien. Eres necesitado por alguien, así que no eres simplemente fútil. No eres simplemente accidental: eres necesario en alguna parte. Sin ti, a la existencia le faltaría algo. Eso te da una sensación de bienestar. Sientes un propósito, un destino, un sentido, una valía.
Cuando no eres amado por alguien te sientes rechazado, te sientes negado, te sientes falto de significado. Entonces crees que no hay propósito, que no hay destino. Si nadie te ama y te mueres, no se notará tu ausencia, no se notará que ya no estás. Nadie notará que estabas y ya no estás.
El amor te da la sensación de ser necesitado. Es por eso que con amor uno tiene o siente menos miedo. Cuando no hay amor, te vuelves más temeroso, y con el miedo, como protección te llenas de odio. El odio es una protección. Tienes miedo de ser destruido, te vuelves destructivo.
Con amor sientes que eres aceptado, bienvenido: no como un huésped no invitado, sino más bien como invitado; eres bienvenido, esperado, recibido, la existencia se siente feliz de que estés aquí. La persona que te ama se vuelve la representante de toda la existencia. Pero este amor se basa fundamentalmente en el miedo. Te estás protegiendo contra el miedo, contra la muerte, contra la indiferencia inhumana de la existencia.
Verdaderamente, la existencia es indiferente, al menos en la superficie. El sol, el mar, las estrellas, la tierra, son totalmente indiferentes a ti; ninguno se preocupa por ti. Y aparentemente está claro que no eres necesario. Sin ti, todo estaría tan bien como lo está contigo; sin ti, nada se perderá . Observa la existencia superficialmente; nadie, nada, se preocupa por ti. Puede que ni siquiera se percaten de ti. Las estrellas no se dan cuenta de que existes; ni siquiera la tierra, a la que llamas "Madre", se da cuenta de que existes. Y cuando mueras, la tierra no estará triste. Nada habrá cambiado; las cosas serán como son y como han sido siempre. Contigo o sin ti, no hay diferencia.
Sientes que sólo eres un accidente. No eras necesario; has llegado sin ser invitado... Tan sólo un fruto de la casualidad. Esto crea miedo. Esto es lo que Kierkegaard llama "angustia". Hay un continuo miedo sutil: no eres necesario.
Cuando alguien te ama, sientes que una dimensión diferente ha llegado a la existencia. Ahora habrá al menos una persona que llorará, que sentirá pena, que estará triste. Habrá lágrimas; serás necesario. Al menos habrá una persona que siempre sentirá tu ausencia si no estás. Al menos para una persona has cobrado un destino, un propósito.
Por eso hay tanta necesidad de amor. Y si no eres amado, estás desarraigado. Pero este "amor" no es el Amor del que yo hablo. Eso es una relación y una creación mutua de ilusión; una ilusión mutua: "Yo te necesito, tú me necesitas. Yo te doy esta ilusión de que sin ti se perderá mi propósito, mi sentido, mi vida; tú me das esta ilusión de que sin mí todo se perderá. De manera que ambos nos estamos ayudando mutuamente a estar en una ilusión. Estamos creando una existencia separada, privada, en la que nos volvemos significativos, en la que toda la indiferencia de este espacio enorme es olvidada."
Los dos amantes viven el uno en el otro; han creado un mundo privado. Por eso el amor necesita tanta privacidad. Si no estás en privado, el mundo sigue afectándote. Sigue diciéndote que todo lo que estás haciendo es sólo un sueño, y que esto es una ilusión mutua. El amor necesita privacidad porque entonces el mundo entero queda olvidado. Sólo existen los amantes, y la indiferencia, la total indiferencia de la existencia, queda olvidada. Te sientes amado, acogido. Sin ti no sería lo mismo. Al menos en este mundo privado nada sería lo mismo sin ti. La vida tiene sentido.
No estoy hablando de este amor. Eso es realmente ilusorio. Es una ilusión cultivada, y el hombre es tan débil que no puede vivir sin este sueño. Los que pueden, viven sin esta falacia.
Un buda puede vivir sin esta ilusión, así que no la creará.
Cuando se hace posible vivir sin falacias -vivir sin ilusiones-, viene a la existencia una segunda y diferente dimensión de amor. No es que una persona te necesite. Es llegar a comprender, a darse cuenta de que no eres diferente de esta existencia que parece tan indiferente. Formas parte de ella, eres orgánicamente uno con ella. Y si está floreciendo un árbol, no está separado de ti. Has florecido en el árbol y el árbol ha tenido consciencia de ti. El mar y la arena y las estrellas son uno contigo. No eres una isla; eres orgánicamente uno con este universo. Todo el universo está dentro de ti y todo tú estás en este universo. A no ser que llegues a saberlo y a darte cuenta de ello, no conseguirás ese amor que es una disposición de ánimo.
Si llegas a darte cuenta de esto, no necesitarás crear una íntima ilusión de que alguien te ama. Entonces hay sentido, y si nadie te ama, no se pierde el sentido. Entonces no tienes miedo en absoluto, porque ni siquiera la muerte te aniquilará. Puede aniquilar la forma, puede aniquilar el cuerpo, pero no puede aniquilarte a ti, porque tú eres la existencia. Esto es lo que sucede en la meditación. Éste es el propósito de la meditación...
... Así que, recuerda, cuando hablo de amor, no estoy hablando de tu amor. Pero si intentas comprender tu amor, darás un paso para que se convierta en un tipo diferente de amor. Así que no estoy en contra de tu amor. Simplemente estoy exponiendo el hecho de que si tu amor está basado en el miedo, es sólo amor corriente, amor animal. Y eso no implica algún rebajamiento, ninguna condena; es simplemente un hecho.
El hombre tiene miedo. Necesita a alguien que le dé la sensación de que es bienvenido, de que no necesita tener miedo. Al menos con una persona no necesitas estar lleno de miedo. Esto es bueno hasta donde llega, pero no es lo que Buda o Jesús llamaron amor. Ellos llamaron amor a una disposición de ánimo, no a una relación... »
Contigo el cielo es tan azul
y el pasto luce tan verde.
Sin ti, también.
Osho