sábado, agosto 24

Jorge Luis Borges

« Jorge Luis Borges nació en Buenos Aires el 24 de agosto de 1899. En 1914, viajó con su familia a Europa y se instaló en Ginebra. En 1919 se mudó a España y en 1921 regresó a Buenos Aires. En 1923, publicó su primer libro de poemas, “Fervor de Buenos Aires”. Desde esa época, se enferma de los ojos, sufre sucesivas operaciones de cataratas y pierde casi por completo la vista en 1955. Todos saben, hayan leído o no alguno de sus cuentos, que es una de las plumas más importantes de habla Hispana. Pero además de eso, en muchos de sus cuentos se observa la profundidad de su pensamiento. La literatura o la ficción fueron recursos en donde exponer parte de su pensamiento filosófico. Escuchemos, por ejemplo, un fragmento de un escrito publicado en 1921 hablando sobre la poesía lírica para comprender parte de su profundidad analítica:

“La poesía lírica no ha hecho otra cosa hasta ahora que bambolearse entre la cacería de efectos auditivos o visuales, y el prurito de querer expresar la personalidad de su hacedor. El primero de ambos empeños atañe a la pintura o a la música, y el segundo se asienta en un error psicológico, ya que la personalidad, el yo, es sólo una ancha denominación colectiva que abarca la pluralidad de los estados de conciencia. Cualquier estado nuevo que se agregue a los otros llega a formar parte esencial del yo, y a expresarle: lo mismo lo individual que lo ajeno. Cualquier acontecimiento, cualquier percepción, cualquier idea, nos expresa con igual virtud…”

Borges y la filosofía

Borges inspiro a muchos filósofos, entre ellos podemos nombrar a Michel Foucault o Umberto Eco. El libro “las palabras y las cosas” de Foucault nace de un texto de Borges, como lo reconoce el propio autor; de “cierta enciclopedia china” donde se describe una clasificación de animales un tanto extraña, tan extraña que lleva a Foucault a preguntarse sobre “¿qué es imposible pensar y de qué imposibilidad se trata?”
Pero bueno, sin lugar a dudas uno de los temas más importantes para saber o comprender la filosofía de alguien es su actitud frente a la muerte. Aquí podemos contar una anécdota ligada a un fragmento de uno de mis textos preferidos de Borges, “los inmortales” del libro “el Aleph”. La versión original es del año 1949, en 1974 tuvo una nueva edición revisada por Borges. Pero pasemos a la anécdota.

Borges firma ejemplares en una librería del Centro. 

Un joven se acerca con Ficciones y le dice: "Maestro, usted es inmortal".
Borges le contesta: "Vamos, hombre. No hay por qué ser tan pesimista".
Fragmento del cuento “los inmortales”
"La muerte (o su alusión) hace preciosos y patéticos a los hombres.
Éstos conmueven por su condición de fantasmas; cada acto que ejecutan puede ser último; no hay rostro que no esté por desdibujarse como el rostro de un sueño.
Todo, entre los mortales, tiene el valor de lo irrecuperable y de lo azaroso.
Entre los inmortales, en cambio, cada acto (y cada pensamiento) es el eco de otros que en el pasado lo antecedieron, sin principio visible, o el fiel presagio de otros que en el futuro lo repetirán hasta el vértigo. No hay cosa que no esté como perdida entre infatigables espejos.
Nada puede ocurrir una sola vez, nada es preciosamente precario. Lo elegíaco, lo grave, lo ceremonial, no rigen para los Inmortales. "

Su obra fue traducida a más de veinticinco idiomas y llevada al cine y a la televisión. Prólogos, antologías, traducciones, cursos y charlas dan testimonio de su grandeza. Borges falleció en Ginebra el 14 de junio de 1986 »


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