miércoles, junio 13

A paso de cangrejo

« Recientemente un discípulo pensativo (como Critón) me preguntó: "Maestro, ¿cómo puede uno aproximarse bien a la muerte?". Yo le respondí que la única manera de prepararse para la muerte es convencerse de que todos los demás son pendejos.

Ante el estupor de Critón le aclaré:"Mira -le dije-, ¿cómo puedes aproximarte a la muerte, aunque seas creyente, si piensas que, mientras tú mueres, jóvenes sumamente deseables de ambos sexos bailan en la discoteca divirtiéndose de lo lindo, ilustres científicos penetran los últimos misterios del cosmos, políticos incorruptibles están creando una sociedad mejor, diarios y televisiones se dedican a dar solamente noticias importantes, empresarios responsables se preocupan de que sus productos no degraden el medio ambiente y se dedican a restaurar una naturaleza de riachuelos potables, pendientes boscosas, cielos límpidos y serenos protegidos por el oportuno ozono, nubes suaves que destilan lluvias dulcísimas? El pensamiento de que, mientras suceden todas estas cosas maravillosas, tú te vas, resultaría insoportable.

Ahora intenta pensar que, en el momento en que adviertes que estás abandonando este valle, tienes la certeza imperecedera de que el mundo (seis mil millones de seres humanos) está lleno de gilipollas, que son gilipollas los que están bailando en la discoteca, gilipollas los científicos que creen haber resuelto los misterios del cosmos, gilipollas los políticos que proponen la panacea para todos nuestros males, gilipollas los que llenan páginas y páginas de insulsos cotilleos sin importancia, gilipollas los productores suicidas que destruyen el planeta. ¿No te sentirías en ese momento feliz, aliviado, satisfecho de abandonar este valle de pendejos? »


Umberto Eco