« En el corazón del bosque vivían unos hombres hambrientos y debilitados. En las ciudades les llamaban “partisanos” y en el campo, “verdes”. Hacía ya tiempo que aquellos hombres sólo luchaban contra el hambre, el frío y la desesperación. Su única preocupación era sobrevivir. Vivían en grupitos de seis o siete, en guaridas excavadas en el suelo y disimuladas con ramas, como animales perseguidos. Obtener alimentos era difícil, a menudo imposible. Sólo los verdes que tenían familia o amigos en la región lograban comida. Los demás se morían de hambre, o bien abandonaban el bosque para que los mataran »
Romain Gary