domingo, diciembre 15

El psicoanalista —6

« A Ricky se le secó la boca. Miró el sobre, pero no había algo más.

Regresó rápido a la mesa y cogió el auricular.

— Muy bien— comentó—. No es difícil de entender.
— Un recordatorio, Ricky.—La voz de Virgil seguía segura y casi dulce—.Nada más. Algo para ayudarte a ponerte en marcha. Ricky, Ricky, ya te lo he preguntado: ¿Qué has averiguado?


Esa pregunta lo enfureció y estuvo a punto de estallar de indignación. Pero contuvo la furia acumulada y, con un férreo control de sus emociones, contestó:


He averiguado que no parece haber límites.
— Muy bien, Ricky, muy bien. Eso es un avance ¿Qué más?
— Que no debo subestimar lo que está pasando.
— Excelente, Ricky ¿Algo más?
— No, hasta este momento.


Virgil despegó la lengua parodiando a una maestra de escuela.


— No es cierto, Ricky. Lo que has averiguado es que en este juego todo, incluido el probable resultado, se juega en un campo diseñado especialmente para ti. Creo que mi jefe ha sido de lo más generoso, si tenemos en cuenta sus opciones. Tienes una oportunidad, pequeña, por supuesto, de salvar la vida de otra persona y la tuya propia contestando a una sencilla pregunta: ¿Quién es Rumplestiltskin? Y, como no quiere ser injusto, te ha dado una solución alternativa, menos atractiva para ti, sí, pero que dará a tu lamentable existencia algún significado en tus últimos días. No mucha gente tiene esa clase de oportunidad. Ricky, me refiero a irse a la tumba sabiendo que su sacrificio ha salvado a otra persona de algún horror desconocido. Es algo que raya en la santidad, Ricky. Y se te ofrece sin los tres encantadores milagros que la iglesia católica suele exigir, aunque creo que perdonan uno o dos cuando el candidato es encomiable. ¿Cómo se hace para perdonar un milagro cuando es necesario para ser aceptado en el club? Bueno, esa es una pregunta fascinante que podremos debatir con detenimiento en otro momento. Ahora, Ricky, deberías volver a las pistas que has recibido y ponerte en marcha. Estás perdiendo tiempo y no te queda mucho. ¿Has hecho alguna vez un análisis con una fecha límite, Ricky? Porque de eso se trata. Seguiré en contacto contigo. Recuerda, Virgil nunca está lejos. — Inspiró hondo y añadió—: ¿Lo has entendido todo, Ricky? — como él guardó silencio, lo repitió, esta vez en todo más amenazador—. ¿Lo has entendido todo, Ricky?


— Sí— contestó él antes de colgar. Pero, por supuesto, no era así »



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