sábado, agosto 18

Bye bye so


« Treinta años y otros tantos,
ya no recuerdo cuándo,
después del sueño o antes del despertar,
pensé que ya no te vería más.

Tonto, solo, perdido
y algo mareado, me acuerdo,
que el olor de tu pelo
te lo puso el viento y el gusto tu mar.

Del pueblo chico un infierno eterno
y en el cemento porteño,
lo otro parece lento,
del café veraniego
al consultorio interno
y en el armario el dueño
del amor del niño.

Mejor no te digo,
sólo el recuerdo te pido
y, si la memoria falla,
tan sólo por nada
te regalo estas líneas
para que sueñes conmigo,
para pensarte dormido ».




Augusto Piedra