martes, enero 24

Confort

« Un sacerdote jesuita que se llamaba Antonhy DeMello jugaba a veces en sus charlas: 

-¿Quieres ser felíz?- decía- Yo puedo darte la felicidad en éste preciso momento, 
puedo asegurarte la felicidad para siempre. ¿Quién acepta?

Y varios de los presentes levantaban la mano...

-Muy bien- seguía DeMello- Te cambio tu felicidad por todo lo que tienes, 
dame todo lo que tienes y yo te doy a cambio la felicidad.

La gente lo miraba. Creían que él hablaba simbólicamente y reía...

- Y te lo garantizo- confirmaba-, no es broma.

Las manos empezaban a descender... y él decía, riéndose como un Buda:

- Ahh... No quieren... Ninguno quiere »
Antonhy de Mello