« -Compañeros, por favor...
-¡Protesto contra este lenguaje sexista! -
prorrumpió una voz femenina-.
¡Aquí siempre se dice “compañeros”,
“viejecitos”, todo declinado en masculino!
-¿No se dijo “conjugado en masculino”? -preguntó alguien.
-No se conjugan los verbos, los sustantivos se declinan -
responde otro.
-¡Compañeros, debo estar soñando!
¿De qué cojones estamos hablando? -se lamentó Petrulli.
-¡Y dale con los “compañeros”!
¿Dónde va a parar la subjetividad femenina?
-Mira, Leonella, hemos dicho un montón de palabras de género femenino:
“las asambleas”, “la prefectura”, “la ciudadanía”...
-¡“Las Mujeres y el Negro” rechazamos esa palabra!
-¿Cuál, “prefectura”?
-¡No, “ciudadanía”! ¡Es un concepto jacobino
y los jacobinos cortaban la cabeza a las mujeres!
-¡Bueno, y también a los hombres!
-¡Es distinto! Eso es asunto vuestro,
algo interno al mundo de los hombres,
pero cuando le cortasteis la cabeza a María Antonieta...
-¿“Le cortasteis” quiénes? No generalicemos, por favor.
A parte que yo en aquella época apenas acababa de nacer, ¡si me lo permites! »
-¡Protesto contra este lenguaje sexista! -
prorrumpió una voz femenina-.
¡Aquí siempre se dice “compañeros”,
“viejecitos”, todo declinado en masculino!
-¿No se dijo “conjugado en masculino”? -preguntó alguien.
-No se conjugan los verbos, los sustantivos se declinan -
responde otro.
-¡Compañeros, debo estar soñando!
¿De qué cojones estamos hablando? -se lamentó Petrulli.
-¡Y dale con los “compañeros”!
¿Dónde va a parar la subjetividad femenina?
-Mira, Leonella, hemos dicho un montón de palabras de género femenino:
“las asambleas”, “la prefectura”, “la ciudadanía”...
-¡“Las Mujeres y el Negro” rechazamos esa palabra!
-¿Cuál, “prefectura”?
-¡No, “ciudadanía”! ¡Es un concepto jacobino
y los jacobinos cortaban la cabeza a las mujeres!
-¡Bueno, y también a los hombres!
-¡Es distinto! Eso es asunto vuestro,
algo interno al mundo de los hombres,
pero cuando le cortasteis la cabeza a María Antonieta...
-¿“Le cortasteis” quiénes? No generalicemos, por favor.
A parte que yo en aquella época apenas acababa de nacer, ¡si me lo permites! »
Wu Ming