miércoles, julio 3

La Montaña Mágica



El hombre puede idear toda clase de objetivos personales, de fines, de esperanzas, de perspectivas de los cuales saca un impulso para los grandes esfuerzos de su actividad; pero cuando lo impersonal que lo rodea, cuando la época misma, a pesar de su agitación está falta de objetivos y de esperanzas, cuando a la pregunta planteada consciente e inconscientemente , pero al fin planteada de alguna manera, sobre el sentido supremo mas allá de lo personal de todo esfuerzo, de toda actividad, se responde con el vacío del silencio, este estado de cosas paralizará los esfuerzos de un carácter recto, y esta influencia se extenderá hasta la parte física y orgánica del individuo. Para estar dispuesto a realizar un esfuerzo considerable que rebase la medida de lo que comúnmente se práctica sin que la época pueda dar una contestación satisfactoria a la pregunta ¿ para que ? es preciso el aislamiento y una pureza moral que son raros y una naturaleza heroica o de vitalidad particularmente robusta…”

Thomas Mann

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