lunes, septiembre 23

"Tronando los dedos"

¿Sabías que al tronarte los dedos, lo que escuchas no es el crujido de los huesos sino burbujas de gas nitrógeno? 

« Las articulaciones son el punto de contacto de dos huesos separados, que están unidos por tejidos y ligamentos. Todas las articulaciones del cuerpo están rodeadas por un líquido espeso y claro, llamado tejido sinovial. 

Cuando se estiran o doblan los dedos para tronarlos, se están forzando los huesos de la articulación a separarse. Al hacerlo, también se estira la cápsula con el tejido que rodea la juntura de los huesos. Ésto aumenta su tamaño, y por consiguiente disminuye la presión del fluído sinovial. 

En el tejido sinovial están disueltos varios gases, de la misma manera que el gas está disuelto en un refresco de soda. Estos gases pueden mantenerse en el líquido gracias a la presión. Con la disminución de la presión del fluído sinovial, los gases que están disueltos en él se vuelven menos solubles, y forman burbujas. Cuando se fuerzan los dedos a doblarse, la presión baja tanto que las burbujas de gas revientan, produciendo el conocido sonido. 

El gas necesita alrededor de media hora para volver a disolverse en el fluído sinovial. Durante este periodo de tiempo, las articulaciones de los dedos no tronarán. Una vez que el gas ha vuelto a disolverse, se pueden volver a tronar los dedos ».


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