sábado, febrero 25

La enseñanza del Buda

« El BUDA (El iluminado) siempre apeló a la inteligencia primordial del ser humano y su enseñanza carece de dogmas. Cada uno, por sí mismo, debe descubrir la última realidad. El Buda mostró lo que él mismo había comprendido supra conscientemente, pero insistió en que cada ser humano debía trabajar por sí mismo para por sí mismo experimentarlo. Declaró:

Siempre que vosotros mismos sepáis: “Estas enseñanzas no son buenas, están llenas de errores, son condenadas por los santos; cuando se siguen y se practican conducen a la disputa, a la ruina y a la pena”, entonces, rechazadlas. Siempre que sepáis vosotros mismos tras una completa indagación: “Estas enseñanzas son buenas, están libres de errores, son alabadas por los santos; cuando se siguen y se practican conducen al bienestar y a la felicidad propia y de los otros”, entonces aceptadlas como verdaderas, vivid según las mismas y de acuerdo con ellas.

El Buda insistía en que nada debe aceptarse porque lo digan la tradición, la moral convencional o las escrituras, sino solo aquello que uno compruebe por sí mismo que es beneficioso para uno y para los demás. De hecho, toda su enseñanza hay que refrendarla con la práctica, es decir siguiendo el Noble Sendero Octuple, que exige tres tipos de disciplina: 

1.La genuinamente ética, la moralidad (SILA) (hacer el bien y no dañar), 
2.El cultivo de la concentración y de la aptitud para controlar los procesos mentales (SAMADHI)
3.El desarrollo de la Sabiduría (PAÑNA) (visión lúcida, visión cabal). Hay tres clases de sabiduría: La sabiduría recibida (leída u oida) (suta-maya pañña), la sabiduría intelectual (comprensión de lo leído u oido) (cinta-maya pañña) y la sabiduría experimentada (que surge de la propia experiencia) (bhavana-maya pañña). Los dos primeros tipos de sabiduría no son exclusivos de la enseñanza del Buda, ambos existían antes de él. La contribución única del Buda al mundo fue un sistema para realizar la verdad personalmente y desarrollar así una sabiduría empírica, bhavana-maya pañña. El mencionado sistema para obtener una realización directa de la verdad es la técnica de vipassana-bhavana, el desarrollo de la visión cabal, llamado comúnmente meditación Vipassana.

Moralidad y concentración – sila y samadhi – son valiosas por sí mismas, pero su verdadero propósito es conducir a la sabiduría. Tan solo encontraremos un auténtico camino medio entre los extremos de la auto-indulgencia y la autorrepresión desarrollando pañña. Practicando moralidad evitamos las acciones que causan las formas más burdas de agitación mental. Concentrando la mente, la calmamos y al mismo tiempo la convertimos en una herramienta eficaz con la que abordar el camino de la auto-investigación, pero penetraremos en la realidad interna y nos liberaremos de toda ignorancia y todo apego sólo si desarrollamos la sabiduría. Cualquiera puede ser un Buda... un iluminado.

El esfuerzo debes hacerlo tú mismo, El Dharma solo señala el camino »