viernes, septiembre 9

Bailando juntos

"En una pareja no hay buenos y malos, sino que cada cual aporta su parte alícuota de responsabilidad en el buen o mal funcionamiento de la relación. Se trata de una comprensión no lineal, sino circular, de las relaciones humanas. Es decir, no es que tú seas una víctima y yo un agresor o viceversa, sino que entre los dos cocreamos una danza relacional en la que se activan, y a menudo se intercambian, dichas posiciones: pasamos de sentirnos víctimas a ser agresivos con el otro, o a querer cambiarlo o salvarlo, lo que activa nuestro miedo, que, a su vez, nos lleva de nuevo al victimismo; así, esta secuencia se perpetúa como una espiral de malestar interminable. Su reverso son las danzas favorecedoras y positivas: te sonrío y te reconozco, y, si realmente elijo estar contigo, te acepto tal como eres y no te someto a un juicio constante, lo cual activa en ti una mayor ternura hacia mí, que aumenta mi deseo de sonreírte y de tenerte cerca".


Joan Garriga

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