martes, noviembre 24

El dios de Spinoza

"El 24 de Noviembre de 1632 se cumplieron 388 años desde el nacimiento de Spinoza. Y por lo que parece, si hacemos caso al interés que su pensamiento suscita actualmente en múltiples campos (desde la teoría política a la sociología, desde la metafísica a la neurobiología...), Bento “el hombre libre” se mantiene envidiablemente joven.

Mucho se ha discutido sobre la religión de Spinoza. Borges decía acertadamente que, con la laboriosidad y paciencia infinitas del geómetra y pulidor de lentes, ese judió había creado su propio Dios.

La religión spinozista, eso que él llamaba tan elegantemente “Ética”, consiste en algo muy simple: honrar y celebrar la vida en cada uno de nuestros actos, sean pequeños o grandes (no hay diferencia).

Pero eso también implica en ocasiones una especie de santa cólera, una firmeza implacable para mantener a raya todo lo que humilla a la vida, todo lo que la ridiculiza o la pervierte, todo lo que convierte la vida en una ceremonia mortal. Ahí la celebración se transforma en un rigor absoluto, en eso que a veces parece “arrogancia” en el filósofo y suele estar tan mal visto, y se debe a no tolerar lo más mínimo la bajeza y la estupidez.

El camino que nos ofrece Spinoza es el de una sabiduría tan racional como vital. Ese camino no es fácil, y hoy debe de ser visto por la izquierda resentida como el colmo del elitismo, su más alta cumbre. Y ciertamente, “todo lo excelso es tan difícil como raro”. Pero precisamente lo que no es es elitista, pues no hay nada más barato que llegar a la cumbre de la ética. Basta con hacerse con un libro, y ejercer las capacidades naturales que tiene todo ser humano. El camino de la verdadera sabiduría es un camino difícil, pero abierto y accesible para cualquiera".


Baruch Spinoza


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