viernes, julio 3

El horror

"Todo ser humano va formando una estructura psicológica que se constituye por diferentes registros, entre ellos el amor, las reglas, el humor, el sexo, la frustración, la creatividad y el horror, éste último está asociado de manera importante a la angustia.

Una persona que padece trastorno de angustia o ataques de pánico sabe que el nivel de horror experimentado es potente e intenso, de la nada aparece una idea irracional y una especulación sobre la muerte, esta es una respuesta a un detonante que nos remonta a una experiencia infantil.

¿De dónde proviene tu relación con el horror? De dos sentimientos constantes que aparecerán con frecuencia en nuestra vida:

✅ Sentimientos de indefensión o vulnerabilidad.
✅ Sentimientos de incompetencia.

En donde hay indefensión e incompetencia hay angustia y en donde aparece la angustia hay un punto de quiebre: correremos hacia lo que nos brinda seguridad (neurosis) o avanzaremos hacia lo desconocido (tolerar la angustia).

El horror sobrecoge y recuerda el fin de la vida, de ahí nace el miedo a morir, también es común el miedo a ser encerrado o inmovilizado, asociado a algunos castigos en la infancia, ese encierro detona angustia para quienes viven el “encierro” de la cuarentena, también está el miedo a ser mutilado, a perder alguna parte del cuerpo, el miedo al abandono “¿qué voy a hacer sin ti?”, todos estos miedos tienen la misma base: indefensión e incompetencia.

Le tenemos miedo al monstruo debajo de la cama, no queremos mirar, pero ¿cómo le podemos temer a algo que no hemos visto?, el monstruo es constituido por una mezcla de elementos internos: ¡nosotros somos el monstruo y no lo sabemos! Entonces después se adquiere insomnio, un temor a dormir en la cama, la cama y la habitación se convierten en lo horroroso. 

Piénsalo, muchos de nosotros hemos optado por “lo seguro” para frenar la angustia: trabajos, amistades, relaciones de pareja que son “seguras”, por eso repetimos los mismos conflictos, para evitar la angustia. La persona que deja su relación inestable descubre una angustia intensa, sumando la indefensión e incompetencia esto nos hace correr a los brazos de los/las ex.

La angustia aparece, pero según Kierkegaard es un afecto noble, te recuerda que necesitas movilizarte para dejar de ser un individuo indefenso, necesitas aprender, caminar, encontrar respuestas y volverte un individuo capaz, alguien que descubre respuestas, inventa soluciones y crea caminos. En resumen, esto constituye un acto de fe. ¿Cómo enfrentamos el horror a la muerte? Viviendo hasta que ya no se pueda."


Jonathan R. Ahumada 
Clínica de las emociones 






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