jueves, marzo 15

Un minuto para el absurdo


El Maestro propuso un enigma: 

«¿Qué es lo que el artista y el músico
tienen en común con el místico?»


Todos se dieron por vencidos.

«La certeza de que el lenguaje más
sutil no es el que articulan los labios»,
dijo el Maestro.

En cierta ocasión, el Maestro oyó
casualmente cómo un discípulo le
decía a un visitante: «Tengo a honra
el hecho de haber sido personalmente
admitido como discípulo por el Maestro,
mientras que se cuentan por centenares
los que han sido rechazados, como tú ».

Cuando tuvo ocasión, 
el Maestro le dijo en un aparte: 
«Vamos a dejar una cosa
muy clara desde el principio: 
si tú  fuiste elegido, y otros no, 
fue  únicamente porque tú 
estabas más necesitado que ellos »


Anthony de Mello