« Mi abuela no iba desencaminada, porque el oficio de cómico siempre ha tenido mala fama, varias malas famas: oficio de vagos, de horteras, de vagabundos, de libertinos. Pero, por encima de todas las otras, fama de inseguro.
Más inseguro aún, como es natural, en las épocas de crisis. Pero, aunque no existen documentos que lo demuestren, es casi seguro que cuando Tespis en su famoso carro inventó el teatro, mientras recorría los caminos de la Hélade buscando donde detenerse a echar función, murmuraba: ¡Vaya crisis teatral que hay este año! »
Fernando Fernán Gómez