« Mi locura incurable, me ha llevado a lugares insospechados, a conocer el mundo más allá del mío, a conocer mi propia mente, pero... no ha logrado llevarme a conocer la realidad caótica del universo. Esa inagotable sensación de vacío y odio a la vez, no deja de carcomer mi cabeza, resonando un eco muy agudo, cuyo sentido derrocado logra descifrar mi intención; deja morir al sediento, y le da un vaso con agua al ahogado. Viviré con el recuerdo del brillo de la luna, y la inmensidad de mar. El universo, con su propiedad, me responde sabiamente diciendo, una y otra y otra vez: que el lugar que se ocupa no es valioso, para nada eterno o indispensable, mucho menos único, reemplazable, olvidable, pero infinito... »
Virozz