"Una persona tenía insomnio crónico, recordaba que cuando niño alguno de sus padres le contaba una historia o le sobaba la cabeza, eso le hacía dormir confortable, pero esas experiencias de sueño confortable se terminaron a raíz de un divorcio. Hablando de goces ¿entonces disfruta no dormir? ¡No! Ahí entran los significantes, es decir, los símbolos que construimos y son las verdades, las experiencias del sujeto, el mundo de lo subjetivo, con eso trabajamos en sesión, con las verdades del sujeto, no con LA VERDAD. Entonces la persona evita ir a la cama, enfrentarse a la experiencia de una cama vacía, de un cuento que no se cuenta, de una cabeza que no recibe caricias, esas frases de “sin ti no puedo vivir…” se traducen en esos pequeños detalles, no querer vivir “ese dormir”, no querer enfrentar esa cama, esa hora. No es insomnio, es algo más, ¿en donde se goza? En no enfrentarse a un nuevo dormir, sin pareja, sin cuento, sin masaje en la cabeza".
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