« Dios Padre- Madre nuestro, que estás en el cielo del Cáliz de mi corazón; Santificado sea tu sagrado nombre YO SOY, santificada sea la sagrada llama de la Vida Eterna.
Venga tu reino, AHORA, a través de tu Hijo resucitado en mi corazón, en mi ser, a través de mi alma. Hágase tu voluntad; En la tierra, a través del Cristo resucitado en la familia del hombre: Como en el cielo; A través de tu familia de Ángeles, Devas y Seres Ascendidos.
Danos hoy el pan nuestro de cada día, la corriente eterna de Sustancia de Luz Electrónica que sostiene nuestro propio ser y desde la cual toda perfección es nuestra para crear.
Perdona nuestras ofensas, a tu única Gran Ley de Amor Eterno, la calificación armoniosa de tu pan diario de la vida. Así como nosotros perdonamos a quienes ofenden nuestra armonía.
Y condúcenos a tus Reinos de Causa Perfecta, más líbranos de la ilusión de los efectos de la conciencia humana.
Porque tuyo es el Reino, la unidad de toda vida como luz.
Y el Poder, que es para resucitar todo nuevo hacia ti.
Y la Gloria, de tu propia perfección siempre expandiéndose.
Por siempre y para siempre, en el momento eterno del Ahora.
Amén y amén, como tu nombre YO SOY »
Venga tu reino, AHORA, a través de tu Hijo resucitado en mi corazón, en mi ser, a través de mi alma. Hágase tu voluntad; En la tierra, a través del Cristo resucitado en la familia del hombre: Como en el cielo; A través de tu familia de Ángeles, Devas y Seres Ascendidos.
Danos hoy el pan nuestro de cada día, la corriente eterna de Sustancia de Luz Electrónica que sostiene nuestro propio ser y desde la cual toda perfección es nuestra para crear.
Perdona nuestras ofensas, a tu única Gran Ley de Amor Eterno, la calificación armoniosa de tu pan diario de la vida. Así como nosotros perdonamos a quienes ofenden nuestra armonía.
Y condúcenos a tus Reinos de Causa Perfecta, más líbranos de la ilusión de los efectos de la conciencia humana.
Porque tuyo es el Reino, la unidad de toda vida como luz.
Y el Poder, que es para resucitar todo nuevo hacia ti.
Y la Gloria, de tu propia perfección siempre expandiéndose.
Por siempre y para siempre, en el momento eterno del Ahora.
Amén y amén, como tu nombre YO SOY »