La maquina del tiempo
« Y tengo, para consolarme, dos extrañas flores blancas -encogidas ahora, ennegrecidas, aplastadas y fràgiles- para dar testimonio de que cuando la inteligencia y la fuerza hayan desaparecido, la gratitud y una mutua ternura viviràn aùn en el corazòn del hombre ».
H. G. Wells