"Ya no me veo contestando cada insulto que me dan. Simplemente he aprendido que el insulto no es para mí, es para la misma persona que lo está dando.
Ya no me veo escuchando cada queja de la gente alrededor. He aprendido a respetarme y a decidir no ser el basurero emocional de nadie.
Ya no me veo escuchando a alguien y buscando en mí una historia más trágica, para demostrarle que a mí también me ha pasado lo que a él o a ella. Ahora, sólo escucho y limpio memorias. Por algún razón me lo están compartiendo.
Ya no me veo tomando responsabilidades que no me corresponden, ni explico el por qué no lo hago.
Ya no discuto con la gente para salvar mi honor o mi nombre. Eso es sólo parte del ego que me ha llevado a equivocarme y que al final, no le ha aportado mucho a mi vida. El que crea que tengo honor que lo crea, y el que no, lo respeto y bendigo su camino.
Ya no me veo angustiada por qué alguien deja de hablarme o alguien ya no me quiere en su vida. Es su vida y es su espacio, por lo tanto respeto la decisión, de todas maneras si ya no me desea cerca, no creo que tenga mucho para aportarme. Al final son elecciones y esta bien.
Ya no me veo preguntando aquí y allá por algo que quiero saber. Si lo quiero saber, voy a la fuente.
Ya no me veo triste, enojada, frustrada, deprimida o cualquier emoción que baje mi vibración. No por qué no vaya a volver a sentirlas, sino por qué desgasto esas emociones tan rápido como puedo y me enfoco en volver a tomar vuelo para ser quien realmente soy.
Hoy, ya no me veo como antes, ni siquiera como ayer, así que día a día soy mi mayor experimento, mi mayor investigación, mi mayor hallazgo.
Todos los días me descubro, me callo y miro dentro de mí. No menosprecio a los demás, me ocupo de mi, porque ahí es donde obtengo la energía para vivir. Llegó el momento de procurarme.
Ya no me veo caminando por la vida sin luz, sin Dios, sin magia, sin amor incondicional. Ya no me veo pensando que Dios está fuera de mí y que el cosmos es algo lejano que nunca conoceré.
Hoy, ya no me veo como me veía hace meses o años, y es que comprendí que cada día fue necesario evolucionar y que cada día puedo usar mi poder interior para obtener lo que me hace feliz."
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