"La gente actualmente ya no sabe cortejar, el cortejo requiere cierto valor y esfuerzo, cosas que no son compatibles con el narcisismo imperante de la época.
El narcisista no corteja, da por hecho que no debe esforzarse. Su delirio consiste en que una persona fabulosa llegue a su puerta, le seduzca y “las cosas fluyan”. Pura pasividad.
Y ese es un primer problema, quien no se esfuerza para conocer al otro, para cortejarlo no tiene los elementos necesarios para sostener una relación. Pide que el otro corteje, también pedirá que el otro mantenga la relación, de ahí que quienes se relacionan con narcisistas terminan siendo explotados.
Las aplicaciones de ligue eliminan la tension y la angustia, una vez más, instrumentos diseñados para gente que no quiere esforzarse ni tolerar aunque sea un poco de malestar. Entonces hacen todo inmediato, si ya están chateando contigo es porque ya le agradaste, si se quedan de ver hay una alta probabilidad de que al menos haya un encuentro romántico. Esa pérdida del esfuerzo y de la tensión limitan el cortejo y con el cortejo la posibilidad de descubrirte, desarrollar habilidades, conocer y convivir con el otro.
Cuando hablo de narcisismo no sólo me refiero a la estructuras psicopatológicas, Freud sabía muy bien que hay psicopatología en la vida cotidiana, es decir cosas habituales que son nocivas. El anhelo narcisista es una de ellas y repito, no requieres una estructura narcisista pero sí rasgos, con eso es suficiente para fastidiarte. Puedo decirte que gran parte de tu estancamiento tiene que ver con tu renuncia al esfuerzo, tu apego a la comodidad y tu interacción con el otro es de demanda, sólo exiges. Así que estimados, esa es la razón de su estancamiento.
Inclusive solemos sugerir aquí en redes sociales que sí alguien se siente mal que nos busque y que le daremos apoyo. No nos estamos dando cuenta que esa es una posición narcisista de demanda: “Hey tipo infeliz, búscame y cuéntame tus problemas...”. Mejor ¡Actívate!
El cortejo es maravilloso, consiste en enfocar lo bueno en ti y explotarlo, identificar lo que no está bien en ti y trabajarlo, esos deseos de impresionar, de volverse creativos para hacer la plática, asumir la valentía de invitar a salir a alguien y mostrar lo bueno que es interactuar contigo. Es un principio de humildad, ¿no quieres estar solo(a)? , no te va a caer nadie del cielo. Ponte guapo, sé amable, deja la actitud pusilánime y sé valiente."
Jonathan R. Ahumada
Clínica de las emociones
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