« Todos tenemos que acabar con ese juego de “mira lo que me has hecho” o “tú no me quieres”. Es una falta de creatividad. No debemos regodearnos en la sensación de no ser amados. Precisamente, si tengo esa sensación de no ser amado, hay que cambiar esa sensación y sentirse amado. ¿Y que se puede hacer? Pues, para empezar, dejar de pedir. Si yo dejo de pedir, estoy en la situación de dar y entonces diremos: “Tú no me quieres, pero yo te adoro”. Y en lugar de pasar la vida enfadándonos y fastidiando al otro y sufriendo, diré “Basta”, y se acabó el problema. Yo te amo. No voy a vivir como una víctima toda mi vida. No, yo te amo y eso basta. Si tú no me amas, es tu problema, no el mío. Ahí está la curación. Cuando se es creativo, ya no se está centrado en la petición de algo, al contrario, lo fabricamos nosotros mismos »