« Así que sin elegirte te elegí, porque, repito, son las elecciones inconscientes las únicas sinceras y yo, conscientemente, nunca pensé en tenerte (…) La memoria se rige según sus propios caprichos: es petulante y da o quita sin razones lógicas. Y , a veces, trae a la luz desde lo oscuro un pasado presente de repente pero que no existía hasta entonces , dándole la vuelta a los hechos como si se trataran de un abrigo muy usado, como si el tiempo y las certezas fueran reversibles. Pero, ¿es verdad que lo recordamos? Quizá lo hemos imaginado, o quizá hemos reconstruido una historia a partir de ciertos datos, añadiendo luego otros que sólo corresponden a la cosecha de nuestra imaginación (...) Del mismo modo, lo que yo pueda o no recordar puede ser, o no, del todo exacto. Al fin y al cabo, ¿qué es mentir sino recordar algo que no ha sucedido? »
Lucía Etxebarría