"A veces, te levantas de la cama por la mañana y piensas, "no voy a soportarlo", pero te ríes para tus adentros recordando todas las veces que te has sentido así, y vas al baño, te adecentas, ves esa cara en el espejo, ¡Ay dios, ay dios, ay dios!
Pero te peinas de todos modos, te pones ropa de calle, das de comer a los gatos, recoges el periódico de los horrores, lo dejas en la mesita de centro, y luego te pones al volante y sales a la vida en sí, como millones de personas más, te lanzas al ruedo otra vez.
Ahora, estás en la autopista sorteando el tráfico, te mueves hacia algo y al mismo tiempo hacia nada mientras enciendes la radio de un manotazo y suena Mozart, que ya es algo, y de alguna manera sobrellevarás los días lentos y los días ajetreados, los días aburridos y los días odiosos y los días excepcionales, todos tan deliciosos y tan decepcionantes al mismo tiempo porque somos todos tan parecidos y tan diferentes.
Encuentras la salida, cruzas la parte más peligrosa de la ciudad, te sientes fugazmente de maravilla mientras Mozart se abre paso hasta tu cerebro y se descuelga por tus huesos y te sale por los zapatos.
Ha sido una pelea dura que merecía la pena librar, mientras todos seguimos adelante apostando por otro día".
Charles Bukowski
No hay comentarios:
Publicar un comentario