EL PREJUICIO PARALELISTA
"La historia del sujeto se desarrolla en una serie más o menos típica de identificaciones ideales, que representan a los más puros de los fenómenos psíquicos por el hecho de revelar, esencialmente, la función de la imago. Y no concebimos al Yo de otra manera que como un sistema central de esas formaciones, sistema al que hay que comprender, de la misma forma que a ellas, en su estructura imaginaria y en su valor libidinal.
CONFUNDEN AL YO CON EL SER DEL SUJETO
Sin demorarnos, pues, en aquellos que hasta en la ciencia confunden tranquilamente al Yo con el ser del sujeto, podemos ahora ver dónde nos separamos de la concepción común, que identifica al Yo con la síntesis de las funciones de relación del organismo. una concepción que debemos calificar de bastarda por la circunstancia de definirse en ella una síntesis subjetiva en términos objetivos.
PREJUICIO PARALELISTA
Ahí se reconoce la posición de Henri Ey tal cual se expresa en el pasaje que ya hemos destacado más arriba, en la fórmula según la cual 'la afección del Yo se confunde en último análisis con la noción de disolución funcional'. ¿Es dable reprochársela, [reprocharle la confusión de sostener al Yo como una instancia, en último término, vinculada al organismo] cuando el prejuicio paralelista es tan fuerte que hasta Freud mismo, en contra de todo el movimiento de investigación, siguió siendo prisionero de él y cuando, por lo demás, atentar contra él en la época de Freud habría tal vez equivalido a excluirse de la comunicabilidad científica?
EL SISTEMA PERCEPCIÓN-CONCIENCIA
Se sabe, en efecto, que Freud identifica el Yo con el 'sistema percepción-conciencia', que constituye la suma de aparatos gracias a la cual el organismo se adapta al 'principio de realidad'."
"Acerca de la causalidad psíquica", apartado III. Escritos 1, págs. 175/176. [Citado en “El cuerpo en psicoanálisis”, Alfredo Eidelsztein Clase N° 8 – Viernes 05-08-11,Curso de posgrado UBA].
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