Gabriel Zaid
(Lumen, México, 2009)
Gabriel Zaid
(Lumen, México, 2009)
"Las preguntas son éstas: ¿Quién eres? ¿Qué has querido de verdad? ¿Qué has sabido de verdad? ¿A qué has sido fiel o infiel? ¿Con qué y con quién te has comportado con valentía o con cobardía? Estas son las preguntas. Uno responde como puede, diciendo la verdad o mintiendo: eso no importa. Lo que sí importa es que uno al final responde con su vida entera."
Sándor Márai
ESCLAVITUD
«La dictadura perfecta tendría la apariencia de una democracia, pero sería básicamente una prisión sin muros en la que los presos ni siquiera soñarían con escapar. Sería esencialmente un sistema de esclavitud, en el que, gracias al consumo y al entretenimiento, los esclavos amarían su servidumbre.»
Aldous Huxley
"Y no tengo miedo a morir. En cualquier momento lo haré, no me importa.
¿Por qué tener miedo a morir?, no hay razón para ello. Tendrás que irte algún día."
Pink Floyd
Emil Cioran
Según la interpretación tradicional, y desde el punto de la mecánica cuántica, los platos podrían estar rotos e íntegros a la vez. En este caso, se encuentran en lo que se llama una superposición de estados (rotos y enteros) al mismo tiempo. Lo único que podría cambiar la situación, es que un observador interfiera…es decir, abra la compuerta. Sólo entonces sabremos si se rompen o no, pero, esto no sería algo natural y espontáneo, sino que sería consecuencia, de la intervención de terceros (Problema de la medición).
Si bien el ejercicio con el gato se basa en un hecho aleatorio y subatómico, utilizar analogías nunca está de más...
"Cuando ya no te quieran, lo sabrás, aunque no te lo digan. Lo sentirás desde lo más profundo del alma, porque la indiferencia jamás pasa desapercibida".
Julio Cortázar
Ganarán los mismos, perderán los de siempre, y quizá, si eres paciente, si dejas de correr -y te perdonas-; la vida deje de ser ese autobús que se escapa justo cuando llegas a la parada".
Charles Bukowski
"Quien se mantiene sereno en medio de las adversidades revela que está consciente de lo colosales e infinitamente diversos que son los posibles males de la vida, por lo que contempla lo que sucede ahora como una pequeña fracción de lo que pudiera acaecer: en esto consiste la actitud estóica, conforme a la cual cada uno... debe tener siempre presente cuán triste y miserable es el destino del hombre y cuán numerosos los males a los que está expuesto.
Sin importar dónde se esté, aparece siempre la misma permanente lucha, agitación y angustia en aras de una existencia desgraciada, yerma e inútil."
Arthur Schopenhauer
"La mente busca lo muerto pues lo vivo se le escapa; quiere cuajar en témpanos la corriente fugitiva, quiere fijarla. Para analizar un cuerpo, hay que menguarlo o destruirlo. Para comprender algo hay que matarlo, enrigidecerlo en la mente. La ciencia es un cementerio de ideas muertas, aunque de ellas salga vida. También los gusanos se alimentan de cadáveres. Mis propios pensamientos tumultuosos y agitados en los senos de mi mente, desgajados de su raíz cordial, vertidos a este papel y fijados en él en formas inalterables, son ya cadáveres de pensamientos. ¿Cómo pues, va a abrirse la razón a la revelación de la vida? Es un trágico combate, es el fondo de la tragedia, el combate de la vida con la razón."
Miguel de Unamuno
"Un edificio es un símbolo, como es el acto de destruirlo. Los símbolos reciben poder de las personas. Solo, un símbolo no tiene sentido, pero con suficientes personas, volar un edificio puede cambiar el mundo".
James Mc.
“Cuando muere, todo el mundo debe dejar algo detrás, decía mi abuelo. Un hijo, un libro, un cuadro, una casa, una pared levantada o un par de zapatos. O un jardín plantado. Algo que tu mano tocará de un modo especial, de modo que tu alma tenga algún sitio adonde ir cuando tú mueras, y cuando la gente mire ese árbol, o esa flor, que tú plantaste, tú estarás allí. No importa lo que hagas – decía – en tanto que cambies algo respecto a como era antes de tocarlo, convirtiéndolo en algo que sea como tú después de que separes de ello tus manos. La diferencia entre el hombre que se limita a cortar el césped y un autentico jardinero esta en el tacto. El cortador de césped igual podría no haber estado allí. El jardinero estará allí para siempre.”
Ray Bradbury
"A veces, te levantas de la cama por la mañana y piensas, "no voy a soportarlo", pero te ríes para tus adentros recordando todas las veces que te has sentido así, y vas al baño, te adecentas, ves esa cara en el espejo, ¡Ay dios, ay dios, ay dios!
Pero te peinas de todos modos, te pones ropa de calle, das de comer a los gatos, recoges el periódico de los horrores, lo dejas en la mesita de centro, y luego te pones al volante y sales a la vida en sí, como millones de personas más, te lanzas al ruedo otra vez.
Ahora, estás en la autopista sorteando el tráfico, te mueves hacia algo y al mismo tiempo hacia nada mientras enciendes la radio de un manotazo y suena Mozart, que ya es algo, y de alguna manera sobrellevarás los días lentos y los días ajetreados, los días aburridos y los días odiosos y los días excepcionales, todos tan deliciosos y tan decepcionantes al mismo tiempo porque somos todos tan parecidos y tan diferentes.
Encuentras la salida, cruzas la parte más peligrosa de la ciudad, te sientes fugazmente de maravilla mientras Mozart se abre paso hasta tu cerebro y se descuelga por tus huesos y te sale por los zapatos.
Ha sido una pelea dura que merecía la pena librar, mientras todos seguimos adelante apostando por otro día".
Charles Bukowski
Alejandra Pizarnik
"El hombre no puede permanecer enteramente niño; a la postre tiene que lanzarse fuera, a la "vida hostil". Bien puede llamarse a esto «educación para la realidad»."
Sigmund Freud
"Si sobrevives, si persistes, canta,
sueña, emborráchate.
Es el tiempo del frío: ama,
apresúrate. El viento de las horas
barre las calles, los caminos.
Los árboles esperan, tú no esperes,
es el tiempo de vivir, el único".
Jaime Sabines
"Ingenuamente suponemos que la gente es como la imaginamos. De esta manera todo el mundo crea una serie de relaciones imaginarias basadas en la proyección".
Carl Gustav Jung
Claudio Magris
"Te diré un secreto, mi amigo. No esperes por el juicio final, se lleva acabo todos los días."
Albert Camus
EL PREJUICIO PARALELISTA
"La historia del sujeto se desarrolla en una serie más o menos típica de identificaciones ideales, que representan a los más puros de los fenómenos psíquicos por el hecho de revelar, esencialmente, la función de la imago. Y no concebimos al Yo de otra manera que como un sistema central de esas formaciones, sistema al que hay que comprender, de la misma forma que a ellas, en su estructura imaginaria y en su valor libidinal.
CONFUNDEN AL YO CON EL SER DEL SUJETO
Sin demorarnos, pues, en aquellos que hasta en la ciencia confunden tranquilamente al Yo con el ser del sujeto, podemos ahora ver dónde nos separamos de la concepción común, que identifica al Yo con la síntesis de las funciones de relación del organismo. una concepción que debemos calificar de bastarda por la circunstancia de definirse en ella una síntesis subjetiva en términos objetivos.
PREJUICIO PARALELISTA
Ahí se reconoce la posición de Henri Ey tal cual se expresa en el pasaje que ya hemos destacado más arriba, en la fórmula según la cual 'la afección del Yo se confunde en último análisis con la noción de disolución funcional'. ¿Es dable reprochársela, [reprocharle la confusión de sostener al Yo como una instancia, en último término, vinculada al organismo] cuando el prejuicio paralelista es tan fuerte que hasta Freud mismo, en contra de todo el movimiento de investigación, siguió siendo prisionero de él y cuando, por lo demás, atentar contra él en la época de Freud habría tal vez equivalido a excluirse de la comunicabilidad científica?
EL SISTEMA PERCEPCIÓN-CONCIENCIA
Se sabe, en efecto, que Freud identifica el Yo con el 'sistema percepción-conciencia', que constituye la suma de aparatos gracias a la cual el organismo se adapta al 'principio de realidad'."
"Acerca de la causalidad psíquica", apartado III. Escritos 1, págs. 175/176. [Citado en “El cuerpo en psicoanálisis”, Alfredo Eidelsztein Clase N° 8 – Viernes 05-08-11,Curso de posgrado UBA].
“Escribir la tesis fue cosa sencilla, porque ya desde entonces era yo escritor. La tesis consistió en una obra de teatro que ya tenía yo escrita, que ahora encuentro ilegible y que entonces consideraba la culminación de mi obra literaria, a la que agregué un prólogo crítico, el que, por una errata de imprenta, apareció como epílogo.
“Pero si escribir la tesis fue fácil, conseguir alguien que me la dirigiera fue, en cambio, dificilísimo, debido a que la mayoría de los profesores que me habían dado clase habían muerto, emigrado o me detestaban. Por fin, buscando en los corredores de la Facultad encontré alguien, una mujer, que no me conocía, pero que tenía un corazón de oro y que aceptó dirigir mi tesis.
“La obra de teatro no le gustaba. Por esta razón me dijo:
“—Mire, Jorge, tiene que escribir un prólogo genial, a fin de que esto parezca tesis, porque de otra manera nos vamos a ver en aprietos.
“Me senté frente a mi máquina y escribí algo que a ella, la pobrecita, le pareció genial. Consistía en un análisis de los diferentes elementos de una obra dramática. Establecía yo, entre otras cosas, la diferencia que hay entre los personajes, la anécdota y la trama. Esto, huelga decir, no sirve para nada, porque sólo un imbécil es capaz de confundir un personaje con una anécdota; en cambio, se necesita una inteligencia superior (cosa muy rara entre las personas que se dedican a estos ejercicios) para distinguir entre la anécdota y la trama. Pero me equivoco. Dije que esto que yo había hecho no servía para nada. Debí decir que no tiene aplicación práctica, pero sí sirve para algo: sirve para dar clases. Por eso a la directora de mi tesis le gustó tanto mi prólogo crítico.
“Durante el examen ocurrieron cosas siniestras. La primera pregunta del primer jurado fue:
“—Díganos, Jorge, ¿cree usted que estemos capacitados para juzgar su obra?
"Yo con toda sinceridad contesté que no. En ese momento perdí el Cum laude. Pero yo tenía razón, porque sabía que ninguno de los miembros del jurado, excepto la profesora que había dirigido la tesis, había tenido tiempo para leerla porque por deficiencias administrativas había llegado a sus manos media hora antes de que empezara el examen. Éste duró hora y media. Después, me dio flojera regresar a la Rectoría a recoger mi título. Allí debe estar todavía. Pero lo más notable es que en quince años nunca lo he necesitado”.
"Cuando pierda todas las partidas,
cuando duerma con la soledad,
cuando se me cierren las salidas
y la noche no me deje en paz.
Cuando sienta miedo del silencio,
cuando cueste mantenerme en pie,
cuando se rebelen los recuerdos
y me pongan contra la pared.
Cuando el mundo pierda toda magia,
cuando mi enemigo sea yo,
cuando me apuñale la nostalgia
y no reconozca ni mi voz.
Cuando me amenace la locura,
cuando en mi moneda salga cruz,
cuando el diablo pase la factura
o si alguna vez me faltas tú.
Resistiré,
erguida frente a todo,
me volveré de hierro para endurecer la piel,
y, aunque los vientos de la vida soplen fuerte,
soy como el junco que se dobla
pero siempre sigue en pie.
Resistiré para seguir viviendo,
soportaré los golpes y jamás me rendiré,
y, aunque los sueños se me rompan en pedazos,
resistiré.
Cuando pierda todas las partidas,
cuando duerma con la soledad,
cuando se me cierren las salidas
y la noche no me deje en paz.
Resistiré,
erguido frente a todo (frente a todo),
me volveré de hierro para endurecer la piel,
y, aunque los vientos de la vida soplen fuerte,
soy como un junco que se dobla
pero siempre sigue en pie.
Resistiré para seguir viviendo,
soportaré los golpes y jamás me rendiré,
y, aunque los sueños se me rompan en pedazos,
resistiré.
Después de la tormenta sé que habrán tiempos mejores.
Resistiré".
"La búsqueda de la palabra culmina en el silencio, en un espacio mudo que lejos de ser una estructura vacía es un triunfo sobre la incapacidad verbal para expresar la multiplicidad de sentidos posibles. "Una estetica del silencio". "
Jorge Luis Borges.
"Mi reino es grande como el mundo, porque no soy italiano, ni francés, ni indio, ni americano, ni español; soy cosmopolita. Ningún país puede decir que me ha visto nacer. Dios sólo sabe qué tierra me verá morir. Asimilo todas las costumbres, hablo todas las lenguas. ¿Me creéis francés porque hablo con la misma facilidad y la misma pureza que vos? ¡Pues bien! Alí, mi negro, me cree árabe; Bertuccio, mi mayordomo, me cree italiano; Haydée, mi esclava, me cree griego. Así, pues, comprendéis que no siendo de ningún país, no pidiendo protección a ningún gobierno, no reconociendo a ningún hombre por hermano mío, no me paralizan ni me detienen los escrúpulos que detienen a los poderosos o los obstáculos que paralizan a los débiles. Sólo tengo dos adversarios, y no vencedores, porque con la constancia los sujeto, y son el tiempo y el espacio. El tercero, y el más terrible, es mi condición de hombre mortal. Este es el único que puede detenerme en mi camino, y antes de que haya conseguido el objeto que deseo, todo lo demás lo tengo calculado. Lo que los hombres llaman reveses de la fortuna, es decir, la ruina, el cambio, las eventualidades, los he previsto yo, y si alguna puede ocurrirme, no por eso puede derribarme. A menos que muera, continuaré siendo lo que soy.”
Alejandro Dumas
"Soy en este sin fin sin soledad
un animal de luz acorralado
por sus errores y por su follaje:
ancha es la selva: aquí mis semejantes
pululan, retroceden o trafican,
mientras yo me retiro acompañado
por la escolta que el tiempo determina:
olas del mar, estrellas de la noche.
Es poco, es ancho, es escaso y es todo.
De tanto ver mis ojos otros ojos
y mi boca de tanto ser besada,
de haber tragado el humo
de aquellos trenes desaparecidos,
las viejas estaciones despiadadas
y el polvo de incesantes librerías,
el hombre yo, el mortal, se fatigó
de ojos, de besos, de humo, de caminos,
de libros más espesos que la tierra.
Y hoy en el fondo del bosque perdido
oye el rumor del enemigo y huye
no de los otros sino de sí mismo,
de la conversación interminable,
del coro que cantaba con nosotros
y del significado de la vida.
Porque una vez, porque una voz, porque una sílaba
o el transcurso de un silencio
o el sonido insepulto de la ola
me dejan frente a la verdad,
y no hay nada más que descifrar,
ni nada más que hablar: eso era todo:
se cerraron las puertas de la selva,
circula el sol abriendo los follajes,
sube la luna como fruta blanca
y el hombre se acomoda a su destino."
Pablo Neruda