domingo, febrero 28

El secreto de la fama


" Publicar un libro de poemas es como dejar caer un pétalo de rosa en el Gran Cañón y esperar el eco ".


Gabriel Zaid

 (Lumen, México, 2009)




La respuesta de Márai

"Las preguntas son éstas: ¿Quién eres? ¿Qué has querido de verdad? ¿Qué has sabido de verdad? ¿A qué has sido fiel o infiel? ¿Con qué y con quién te has comportado con valentía o con cobardía? Estas son las preguntas. Uno responde como puede, diciendo la verdad o mintiendo: eso no importa. Lo que sí importa es que uno al final responde con su vida entera."


 Sándor Márai

 

Un mundo feliz

ESCLAVITUD

«La dictadura perfecta tendría la apariencia de una democracia, pero sería básicamente una prisión sin muros en la que los presos ni siquiera soñarían con escapar. Sería esencialmente un sistema de esclavitud, en el que, gracias al consumo y al entretenimiento, los esclavos amarían su servidumbre.»


Aldous Huxley

 

sábado, febrero 27

The great gig in the sky

"Y no tengo miedo a morir. En cualquier momento lo haré, no me importa.

¿Por qué tener miedo a morir?, no hay razón para ello. Tendrás que irte algún día."


Pink Floyd

 

viernes, febrero 26

El universo de Cioran


 "Si Dios creó este mundo, fue por temor a la soledad; esa es la única explicación de la Creación. Nuestra razón de ser, la de sus criaturas, consiste únicamente en distraer al Creador".


Emil Cioran

El gato de Schrödinger


Esta foto de unos platos fue viral en su momento y es un buen ejemplo para hablar de “El gato de Schrödinger”, un experimento mental, a veces descrito como una paradoja, ideado por el físico austriaco-irlandés Erwin Schrödinger en 1935.

Según la interpretación tradicional, y desde el punto de la mecánica cuántica, los platos podrían estar rotos e íntegros a la vez. En este caso, se encuentran en lo que se llama una superposición de estados (rotos y enteros) al mismo tiempo. Lo único que podría cambiar la situación, es que un observador interfiera…es decir, abra la compuerta. Sólo entonces sabremos si se rompen o no, pero, esto no sería algo natural y espontáneo, sino que sería consecuencia, de la intervención de terceros (Problema de la medición).  


Si bien el ejercicio con el gato se basa en un hecho aleatorio y subatómico, utilizar analogías nunca está de más...


jueves, febrero 25

Transparencia

"Cuando ya no te quieran, lo sabrás, aunque no te lo digan. Lo sentirás desde lo más profundo del alma, porque la indiferencia jamás pasa desapercibida".


Julio Cortázar

 

miércoles, febrero 24

La ola de perfume verde


"Yo ignoro cuáles son las causas que lo determinaron al profesor Hagenbuk a dedicarse a los naipes, en vez de volverse bizco en los tratados de matemáticas superiores. Y si digo volverse bizco, es porque el profesor Hagenbuk siempre bizqueó algo; pero aquella noche, dejando los naipes sobre la mesa, exclamó:

—¿Ya apareció el espantoso mal olor?

El olfato del profesor Hagenbuk había siempre funcionado un poco defectuosamente, pero debo convenir que no éramos nosotros solos los que percibíamos ese olor en aquel restaurant de después de medianoche, concurrido por periodistas y gente ocupada en trabajos nocturnos, sino que también otros comensales levantaban intrigados la cabeza y fruncían la nariz, buscando alrededor el origen de esa pestilencia elaborada como con gas de petróleo y esencia de clavel.
El dueño del restaurant, un hombre impasible, pues a su mostrador se arrimaban borrachos conspicuos que toda la noche bebían y discutían de pie frente a él, abandonó su flema, y, dirigiéndose a nosotros —desde el mostrador, naturalmente—, meneó la cabeza para indicarnos lo insólito de semejante perfume.

Luis y yo asomamos, en compañía de otros trasnochadores, a la puerta del restaurant. En la calle acontecía el mismo ridículo espectáculo. La gente, detenida bajo los focos eléctricos o en el centro de la calzada, levantaba la cabeza y fruncía las narices; los vigilantes, semejantes a podencos, husmeaban alarmados en todas direcciones. El fenómeno en cierto modo resultaba divertido y alarmante, llegando a despertar a los durmientes. En las habitaciones fronteras a la calle, se veían encenderse las lámparas y moverse las siluetas de los recién despiertos, proyectadas en los muros a través de los cristales. Algunas puertas de calle se abrían. Finalmente comenzaron a presentarse vecinos en pijamas, que con alarmante entonación de voz preguntaban:

—¿No serán gases asfixiantes?

A las tres de la madrugada la ciudad estaba completamente despierta. La tesis de que el hedor clavel-petróleo fuera determinada por la emanación de un gas de guerra, se había desvanecido, debido a la creencia general en nuestro público de que los gases de guerra son de efecto inmediato. Lo cual contribuía a desvanecer un pánico que hubiera podido tener tremendas consecuencias.

Los fotógrafos de los periódicos perforaban la media luz nocturna con fogonazos de magnesio, impresionando gestos y posturas de personas que en los zaguanes, balcones, terrazas y plazuelas, enfundadas en sus salidas de baño o pijamas, comentaban el fenómeno inexplicable.

Lo más curioso del caso es que en este alboroto participaban los gatos y los caballos. “Xenius”, el hábil fotógrafo de “El Mundo” nos ha dejado una estupenda colección de caballos aparentemente encabritados de alegría entre las varas de sus coches y levantando los belfos de manera tal, que al dejar descubierto el teclado de la dentadura pareciera que se estuviesen riendo.

Junto a los zócalos de casi todos los edificios se veían gatos maullando de satisfacción encrespando el hocico, enarcado el lomo, frotando los flancos contra los muros o las pantorrillas de los transeúntes. Los perros también participaban de esta orgía, pues saltando a diestra y siniestra o arrimando el hocico al suelo corrían como si persiguieran un rastro, mas terminaban por echarse jadeantes al suelo, la lengua caída entre los dientes.

A las cuatro de la madrugada no había un solo habitante de nuestra ciudad que durmiera, ni la fachada de una sola casa que no mostrara sus interiores iluminados. Todos miraban hacia la bóveda estrellada. Nos encontrábamos a comienzos del verano. La luna lucía su media hoz de plata amarillenta, y los gorriones y jilgueros aposentados en los árboles de los paseos piaban desesperadamente.

Algunos ciudadanos que habían vivido en Barcelona les referían a otros que aquel vocerío de pájaros les recordaba la Rambla de las Flores, donde parecen haberse refugiado los pájaros de todas las montañas que circunvalan a Barcelona. En los vecindarios donde había loros, éstos graznaban tan furiosamente, que era necesario taparse los oídos o estrangularles. 

—¿Qué sucede? ¿Qué pasa?—era la pregunta suspendida veinte veces, cuarenta veces, cien veces, en la misma boca.

Jamás se registraron tantos llamados telefónicos en las secretarías de los diarios como entonces. Los telefonistas de guardia en las centrales enloquecían frente a los tableros de los conmutadores; a las cinco de la mañana era imposible obtener una sola comunicación; los hombres, con la camisa abierta sobre el pecho, habían colgado los auriculares. Las calles ennegrecían de multitudes. Los vestíbulos de las comisarías se llenaban de visitantes distinguidos, jefes de comités políticos, militares retirados, y todos formulaban la misma pregunta, que nadie podía responder:

—¿Qué sucede? ¿De dónde sale este perfume?

Se veían viejos comandantes de caballería, el collar de la barba y el bastón de puño de oro, ejerciendo la autoridad de la experiencia, interrogados sobre química de guerra; los hombres hablaban de lo que sabían, y no sabían mucho. Lo único que podían afirmar es que no se estaba en presencia de un fenómeno letal, y ello era bien evidente, pero la gente les agradecía la afirmación. Muchos estaban asustados, y no era para menos.

A las cinco de la mañana se recibían telegramas de Córdoba, Santa Fe, Paraná y, por el Sur, de Mar del Plata, Tandil, Santa Rosa de Toay dando cuenta de la ocurrencia del fenómeno. Los andenes de las estaciones hervían de gente que, con la arrugada nariz empinada hacia el cielo, consultaban ávidamente la fragancia del aire.

En los cuarteles se presentaban oficiales que no estaban de guardia o con licencia. El ministro de Guerra se dirigió a la Casa de Gobierno a las cinco y cuarto de la mañana; hubo consultas e inmediatamente se procedió a citar a los químicos de todas las reparticiones nacionales, a las seis de la mañana. Yo, por no ser menos que el ministro me presenté en la redacción del diario; cierto es que estaba con licencia o enfermo, no recuerdo bien, pero en estas circunstancias un periodista prudente se presenta siempre. Y por milésima vez escuché y repetí esta vacua pregunta:

—¿Qué sucede? ¿De dónde viene este perfume?

Imposible transitar frente a la pizarra de los diarios. Las multitudes se apretujaban en las aceras; la gente de primera fila leía el texto de los telegramas y los transmitía a los que estaban mucho más lejos.

“Comunican que la ola de perfume verde ha llegado a San Juan.”

“De Goya informan que ha llegado la ola de perfume verde.”

“Los químicos e ingenieros militares reunidos en el Ministerio de Guerra dictaminan que, dada la amplitud de la ola de perfume, ésta no tiene su origen en ninguna fábrica de productos tóxicos.”

“La Jefatura de Policía se ha comunicado con el Ministerio de Guerra. No se registra ninguna víctima y no existen razones para suponer que el perfume petróleo-clavel sea peligroso.”

“El observatorio astronómico de La Plata y el observatorio de Córdoba informan que no se ha registrado ningún fenómeno estelar que pueda hacer suponer que esta ola sea de origen astral. Se cree que se debe a un fenómeno de fermentación o de radioactividad.”

“Bariloche informa que ha llegado la ola de perfume.”

“Rio Grande do Sul informa que ha llegado la ola de perfume.”

“El observatorio astronómico de Córdoba informa que la ola de perfume avanza a la velocidad de doce kilómetros por minuto.”

“Nuestro diario instaló un servicio permanente de comunicación con estación de radio; además situó a un hombre frente a las pizarras de su administración; éste comunicaba por un megáfono las últimas novedades, pero recién a las seis y cuarto de la mañana se supo que en reunión de ministros se había resuelto declarar el día feriado. El ministro del Interior, por intermedio de las estaciones de radios y los periódicos se dirigían a todos los habitantes del país, encareciéndoles:

“1° No alarmarse por la persistencia de este fenómeno que, aunque de origen ignorado, se presume absolutamente inofensivo.

“2° Por consejo del Departamento Nacional de Higiene se recomienda a la población abstenerse de beber y comer en exceso, pues aún se ignoran los trastornos que puede originar la ola de perfume.”

Lo que resulta evidente es que el día 15 de septiembre los sentimientos religiosos adormecidos en muchas gentes despertaron con inusitada violencia, pues las iglesias rebosaban de ciudadanos, y aunque el tema de los predicadores no era “estamos en las proximidades del fin del mundo”, en muchas personas se desperezaba ya esta pregunta.

A las nueve de la mañana, la población fatigada de una noche de insomnio y de emociones se echó a la cama. Inútil intentar dormir. Este perfume penetrante petróleo-clavel se fijaba en las pituitarias con tal violencia, que terminaba por hacer vibrar en la pulpa del cerebro cierta ansiedad crispada. Las personas se revolvían en las camas impacientes, aturdidas por la calidez de la emanación repugnante, que acababa por infectar los alimentos de un repulsivo sabor aromático. Muchos comenzaban a experimentar los primeros ataques de neuralgia, que en algunos se prolongaron durante más de sesenta horas, las farmacias en pocas horas agotaron su stock de productos a base de antitérmicos, a las once de la mañana, hora en que apareció el segundo boletín extraordinario editado por todos los periódicos: el negocio fue un fracaso. En los subsuelos de los periódicos grupos de vendedores yacían extenuados; en las viviendas la gente, tendida en la cama, permanecía amodorrada; en los cuarteles los soldados y oficiales terminaron por seguir el ejemplo de los civiles; a la una de la tarde en toda Sudamérica se habían interrumpido las actividades más vitales a las necesidades de las poblaciones: los trenes permanecían en medios de los campos…con los fuegos apagados; los agentes de policía dormitaban en los umbrales de las casas; se dio el caso de un ladrón que, haciendo un prodigioso esfuerzo de voluntad, se introdujo en una oficina bancaria, despojó al director del establecimiento de sus llaves e intento abrir la caja de hierro en presencia de los serenos que le miraban actuar sin reaccionar, pero cuando quiso mover la puerta de acero su voluntad se quebró y cayó amodorrado junto a los otros.

En las cárceles el aire confinado determinó más rápidamente la modorra en los presos que en los centinelas que los custodiaban lo alto de las murallas donde la atmósfera se renovaba, pero al final los guardianes terminaron por ceder a la violencia del sueño que se les metía en una “especie de aire verde por las narices” y se dejaban caer al suelo. Este fue el origen de lo que se llamó el perfume verde. Todos, antes de sucumbir a la modorra, teníamos la sensación de que nos envolvía un torbellino suave, pero sumamente espeso, de aire verde.

Las únicas que parecían insensibles a la atmósfera del perfume clavel-petróleo eran las ratas, y fue la única vez que se pudo asistir al espectáculo en que los roedores, salieron de sus cuevas, atacaban encarnizadamente a sus viejos enemigos los gatos. Numerosos gatos fueron destrozados por los ratones.

A las tres de la tarde respirábamos con dificultad. El profesor Hagenbuk, tendido en un sofá de mi escritorio, miraba a través de los cristales al sol envuelto en una atmósfera verdosa; yo, apoltronado en mi sillón, pensaba que millones y millones de hombres íbamos a morir, pues en nuestra total inercia al aire se aprecia cada vez más enrarecido y extraño a los pulmones, que levantaban penosamente la tablilla del pecho; luego perdimos el sentido, y de aquel instante el único recuerdo que conservo es el ojo bizco del profesor Hagenbuk mirando el sol verdoso.

Debimos permanecer en la más completa inconsciencia durante tres horas. Cuando despertamos la total negruda del cielo estaba rayada por tan terribles relámpagos, que los ojos se entrecerraban medrosos frente al ígneo espectáculo.

El profesor Hagenbuk, de pie junto a la ventana murmuró:

—Lo había previsto; ¡vaya si lo había previsto!

Un estampido de violencia tal que me ensordeció durante un cuarto de hora me impidió escuchar lo que él creía haber previsto. Un rayo acababa de hendir un rascacielo, y el edificio se desmoronó por la mitad, y al suceder el fogonazo de los rayos se podía percibir el interior del edificio con los pisos alfombrados colgando en el aire y los muebles tumbados en posiciones inverosímiles.

Fue la última descarga eléctrica.

El profesor Hagenbuk se volvió hacia mí, y mirándome muy grave con su extraordinario ojo bizco, repitió:

—Lo había previsto.

Irritado me volví hacia él.

—¿Qué es lo que había previsto usted, profesor?—grité.

—Todo lo que ha sucedido.

Sonreí incrédulamente. El profesor se echó las manos al bolsillo, retiró de allí una libreta, la abrió y en la tercera hoja leí:

“Descripción de los efectos que los hidrocarburos cometarios pueden ejercer sobre las poblaciones de la Tierra.”

—¿Qué es eso de los hidrocarburos cometarios?

El profesor Hagenbuk sonrió piadosamente y me contestó:

—La substancia dominante que forma la cola de los cometas. Nosotros hemos atravesado la cola de un cometa.

—¿Y por qué no lo dijo antes?

—Para no alarmar a la gente. Hace diez días que espero la ocurrencia de este fenómeno, pero…, a propósito; anoche usted se ha quedado debiéndome treinta tantos de nuestra partida.

Aunque no lo crean ustedes, yo quedé sin habla frente al profesor. Y estas son las horas en que pienso escribir la historia de su fantástica vida y causas de su no menos fantástico silencio."

Roberto Arlt

martes, febrero 23

Y la vida seguirá


 "El día pasará y la vida seguirá. 

Ganarán los mismos, perderán los de siempre, y quizá, si eres paciente, si dejas de correr -y te perdonas-; la vida deje de ser ese autobús que se escapa justo cuando llegas a la parada".


Charles Bukowski

Sobre el arte de vivir

"Quien se mantiene sereno en medio de las adversidades revela que está consciente de lo colosales e infinitamente diversos que son los posibles males de la vida, por lo que contempla lo que sucede ahora como una pequeña fracción de lo que pudiera acaecer: en esto consiste la actitud estóica, conforme a la cual cada uno... debe tener siempre presente cuán triste y miserable es el destino del hombre y cuán numerosos los males a los que está expuesto. 

Sin importar dónde se esté, aparece siempre la misma permanente lucha, agitación y angustia en aras de una existencia desgraciada, yerma e inútil."


Arthur Schopenhauer

 

El sentimiento trágico de la vida

"La mente busca lo muerto pues lo vivo se le escapa; quiere cuajar en témpanos la corriente fugitiva, quiere fijarla. Para analizar un cuerpo, hay que menguarlo o destruirlo. Para comprender algo hay que matarlo, enrigidecerlo en la mente. La ciencia es un cementerio de ideas muertas, aunque de ellas salga vida. También los gusanos se alimentan de cadáveres. Mis propios pensamientos tumultuosos y agitados en los senos de mi mente, desgajados de su raíz cordial, vertidos a este papel y fijados en él en formas inalterables, son ya cadáveres de pensamientos. ¿Cómo pues, va a abrirse la razón a la revelación de la vida? Es un trágico combate, es el fondo de la tragedia, el combate de la vida con la razón."


Miguel de Unamuno

 

Trainspotting

#UnDíaComoHoy, en 1996, se estrena Trainspotting. 

 

lunes, febrero 22

El momento de Borges

“Una mañana de octubre de 1967, Borges está al frente de su clase de literatura inglesa de la facultad. Un estudiante entra y lo interrumpe para anunciar la muerte del Che Guevara y la inmediata suspensión de las clases para rendirle un homenaje. Borges contesta que el homenaje seguramente puede esperar. Clima tenso. El estudiante insiste: “Tiene que ser ahora y usted se va”. Borges no se resigna y grita: “No me voy nada. Y si usted es tan guapo, venga a sacarme del escritorio”. El estudiante amenaza con cortar la luz. “He tomado la precaución –retruca Borges- de ser ciego esperando este momento.”
 

domingo, febrero 21

V. V

"Un edificio es un símbolo, como es el acto de destruirlo. Los símbolos reciben poder de las personas. Solo, un símbolo no tiene sentido, pero con suficientes personas, volar un edificio puede cambiar el mundo".


James Mc.


 

viernes, febrero 19

Farenheit 451

 

“Cuando muere, todo el mundo debe dejar algo detrás, decía mi abuelo. Un hijo, un libro, un cuadro, una casa, una pared levantada o un par de zapatos. O un jardín plantado. Algo que tu mano tocará de un modo especial, de modo que tu alma tenga algún sitio adonde ir cuando tú mueras, y cuando la gente mire ese árbol, o esa flor, que tú plantaste, tú estarás allí. No importa lo que hagas – decía – en tanto que cambies algo respecto a como era antes de tocarlo, convirtiéndolo en algo que sea como tú después de que separes de ello tus manos. La diferencia entre el hombre que se limita a cortar el césped y un autentico jardinero esta en el tacto. El cortador de césped igual podría no haber estado allí. El jardinero estará allí para siempre.”

Ray Bradbury

Los ojos de Dalí

“El surrealismo es destructivo, pero destruye solo aquello que limita nuestra visión ”


Salvador Dalí 


 

miércoles, febrero 17

Otro día

"A veces, te levantas de la cama por la mañana y piensas, "no voy a soportarlo", pero te ríes para tus adentros recordando todas las veces que te has sentido así, y vas al baño, te adecentas, ves esa cara en el espejo, ¡Ay dios, ay dios, ay dios!

Pero te peinas de todos modos, te pones ropa de calle, das de comer a los gatos, recoges el periódico de los horrores, lo dejas en la mesita de centro, y luego te pones al volante y sales a la vida en sí, como millones de personas más, te lanzas al ruedo otra vez.

Ahora, estás en la autopista sorteando el tráfico, te mueves hacia algo y al mismo tiempo hacia nada  mientras enciendes la radio de un manotazo y suena Mozart, que ya es algo, y de alguna manera sobrellevarás los días lentos y los días ajetreados, los días aburridos y los días odiosos y los días excepcionales, todos tan deliciosos y tan decepcionantes al mismo tiempo porque somos todos tan parecidos y tan diferentes.

Encuentras la salida, cruzas la parte más peligrosa de la ciudad, te sientes fugazmente de maravilla mientras Mozart se abre paso hasta tu cerebro y se descuelga por tus huesos y te sale por los zapatos.

Ha sido una pelea dura que merecía la pena librar, mientras todos seguimos adelante apostando por otro día".


Charles Bukowski

 

La proeza de Pizarnik


“Y si leo, si compro libros y los devoro, no es por un placer intelectual —yo no tengo placeres, sólo tengo hambre y sed— ni por un deseo de conocimientos sino por una astucia inconsciente que recién ahora descubro: coleccionar palabras, prenderlas en mí como si ellas fueran harapos y yo un clavo, dejarlas en mi inconsciente, como quien no quiere la cosa, y despertar, en la mañana espantosa, y despertar en la tarde como una noche  que no acaba, para encontrar a mi lado un poema ya hecho. Ésta es mi proeza, éste es mi  heroísmo.”


Alejandra Pizarnik


martes, febrero 16

El porvenir de una ilusión

 

"El hombre no puede permanecer enteramente niño; a la postre tiene que lanzarse fuera, a la "vida hostil". Bien puede llamarse a esto «educación para la realidad»."


Sigmund Freud


lunes, febrero 15

El tiempo de Sabines

"Si sobrevives, si persistes, canta,

sueña, emborráchate.

Es el tiempo del frío: ama, 

apresúrate. El viento de las horas

barre las calles, los caminos.


Los árboles esperan, tú no esperes,

es el tiempo de vivir, el único".


Jaime Sabines

 

Proyección

"Ingenuamente suponemos que la gente es como la imaginamos. De esta manera todo el mundo crea una serie de relaciones imaginarias basadas en la proyección".


Carl Gustav Jung


 

domingo, febrero 14

Instantáneas

 "Si fuéramos de verdad nosotros mismos, 
sin escafandras y sin guiones que representar, 
estaríamos seguramente perdidos, 
exiliados de no se sabe dónde 
pidiendo asilo político en un manicomio".

Claudio Magris

Árbol adentro


 Carta de creencia

sábado, febrero 13

La caída

"Te diré un secreto, mi amigo. No esperes por el juicio final, se lleva acabo todos los días."


Albert Camus

 

La casualidad psíquica

EL PREJUICIO PARALELISTA


"La historia del sujeto se desarrolla en una serie más o menos típica de identificaciones ideales, que representan a los más puros de los fenómenos psíquicos por el hecho de revelar, esencialmente, la función de la imago. Y no concebimos al Yo de otra manera que como un sistema central de esas formaciones, sistema al que hay que comprender, de la misma forma que a ellas, en su estructura imaginaria y en su valor libidinal.


CONFUNDEN AL YO CON EL SER DEL SUJETO


Sin demorarnos, pues, en aquellos que hasta en la ciencia confunden tranquilamente al Yo con el ser del sujeto, podemos ahora ver dónde nos separamos de la concepción común, que identifica al Yo con la síntesis de las funciones de relación del organismo. una concepción que debemos calificar de bastarda por la circunstancia de definirse en ella una síntesis subjetiva en términos objetivos.


PREJUICIO PARALELISTA


Ahí se reconoce la posición de Henri Ey tal cual se expresa en el pasaje que ya hemos destacado más arriba, en la fórmula según la cual 'la afección del Yo se confunde en último análisis con la noción de disolución funcional'. ¿Es dable reprochársela, [reprocharle la confusión de sostener al Yo como una instancia, en último término, vinculada al organismo] cuando el prejuicio paralelista es tan fuerte que hasta Freud mismo, en contra de todo el movimiento de investigación, siguió siendo prisionero de él y cuando, por lo demás, atentar contra él en la época de Freud habría tal vez equivalido a excluirse de la comunicabilidad científica?


EL SISTEMA PERCEPCIÓN-CONCIENCIA


Se sabe, en efecto, que Freud identifica el Yo con el 'sistema percepción-conciencia', que constituye la suma de aparatos gracias a la cual el organismo se adapta al 'principio de realidad'."


"Acerca de la causalidad psíquica", apartado III. Escritos 1, págs. 175/176. [Citado en “El cuerpo en psicoanálisis”, Alfredo Eidelsztein Clase N° 8 – Viernes 05-08-11,Curso de posgrado UBA].

 

jueves, febrero 11

La mujer, la niña y la ciencia

¡Feliz Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia! 👧

La Asamblea General de las Naciones Unidas decidió establecer el día 11 de febrero de cada año como el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia con el fin de reconocer el rol crítico que juegan las mujeres y las niñas en la ciencia y la tecnología. 👨‍🚀👩‍🏫👩‍🔬

 

miércoles, febrero 10

Instrucciones para vivir en México

“Escribir la tesis fue cosa sencilla, porque ya desde entonces era yo escritor. La tesis consistió en una obra de teatro que ya tenía yo escrita, que ahora encuentro ilegible y que entonces consideraba la culminación de mi obra literaria, a la que agregué un prólogo crítico, el que, por una errata de imprenta, apareció como epílogo. 

“Pero si escribir la tesis fue fácil, conseguir alguien que me la dirigiera fue, en cambio, dificilísimo, debido a que la mayoría de los profesores que me habían dado clase habían muerto, emigrado o me detestaban. Por fin, buscando en los corredores de la Facultad encontré alguien, una mujer, que no me conocía, pero que tenía un corazón de oro y que aceptó dirigir mi tesis. 


“La obra de teatro no le gustaba. Por esta razón me dijo:

“—Mire, Jorge, tiene que escribir un prólogo genial, a fin de que esto parezca tesis, porque de otra manera nos vamos a ver en aprietos. 

“Me senté frente a mi máquina y escribí algo que a ella, la pobrecita, le pareció genial. Consistía en un análisis de los diferentes elementos de una obra dramática. Establecía yo, entre otras cosas, la diferencia que hay entre los personajes, la anécdota y la trama. Esto, huelga decir, no sirve para nada, porque sólo un imbécil es capaz de confundir un personaje con una anécdota; en cambio, se necesita una inteligencia superior (cosa muy rara entre las personas que se dedican a estos ejercicios) para distinguir entre la anécdota y la trama. Pero me equivoco. Dije que esto que yo había hecho no servía para nada. Debí decir que no tiene aplicación práctica, pero sí sirve para algo: sirve para dar clases. Por eso a la directora de mi tesis le gustó tanto mi prólogo crítico. 

“Durante el examen ocurrieron cosas siniestras. La primera pregunta del primer jurado fue:

“—Díganos, Jorge, ¿cree usted que estemos capacitados para juzgar su obra?

"Yo con toda sinceridad contesté que no. En ese momento perdí el Cum laude. Pero yo tenía razón, porque sabía que ninguno de los miembros del jurado, excepto la profesora que había dirigido la tesis, había tenido tiempo para leerla porque por deficiencias administrativas había llegado a sus manos media hora antes de que empezara el examen. Éste duró hora y media. Después, me dio flojera regresar a la Rectoría a recoger mi título. Allí debe estar todavía. Pero lo más notable es que en quince años nunca lo he necesitado”. 


 

martes, febrero 9

La filosofía de Rick and Morty


 "Recuerda, Morty. Existe un infinito de inmensos espacios que ignoras y que te ignoran. Eres la nada en el pasado y la nada en el presente. Tus problemas son tan pequeños y estúpidos como tu propio lugar en el universo, diviértete. "
 

lunes, febrero 8

Resistiré

"Cuando pierda todas las partidas,

cuando duerma con la soledad,

cuando se me cierren las salidas

y la noche no me deje en paz.


Cuando sienta miedo del silencio,

cuando cueste mantenerme en pie,

cuando se rebelen los recuerdos

y me pongan contra la pared.


Cuando el mundo pierda toda magia,

cuando mi enemigo sea yo,

cuando me apuñale la nostalgia

y no reconozca ni mi voz.


Cuando me amenace la locura,

cuando en mi moneda salga cruz,

cuando el diablo pase la factura

o si alguna vez me faltas tú.


Resistiré,

erguida frente a todo,

me volveré de hierro para endurecer la piel,

y, aunque los vientos de la vida soplen fuerte,

soy como el junco que se dobla

pero siempre sigue en pie.


Resistiré para seguir viviendo,

soportaré los golpes y jamás me rendiré,

y, aunque los sueños se me rompan en pedazos,

resistiré.


Cuando pierda todas las partidas,

cuando duerma con la soledad,

cuando se me cierren las salidas

y la noche no me deje en paz.


Resistiré,

erguido frente a todo (frente a todo),

me volveré de hierro para endurecer la piel,

y, aunque los vientos de la vida soplen fuerte,

soy como un junco que se dobla

pero siempre sigue en pie.


Resistiré para seguir viviendo,

soportaré los golpes y jamás me rendiré,

y, aunque los sueños se me rompan en pedazos,

resistiré.


Después de la tormenta sé que habrán tiempos mejores.

Resistiré".

sábado, febrero 6

Una estética del silencio

"La búsqueda de la palabra culmina en el silencio, en un espacio mudo que lejos de ser una estructura vacía es un triunfo sobre la incapacidad verbal para expresar la multiplicidad de sentidos posibles. "Una estetica del silencio". "


Jorge Luis Borges.

Vida ideal


 

El Conde de Montecristo

"Mi reino es grande como el mundo, porque no soy italiano, ni francés, ni indio, ni americano, ni español; soy cosmopolita. Ningún país puede decir que me ha visto nacer. Dios sólo sabe qué tierra me verá morir. Asimilo todas las costumbres, hablo todas las lenguas. ¿Me creéis francés porque hablo con la misma facilidad y la misma pureza que vos? ¡Pues bien! Alí, mi negro, me cree árabe; Bertuccio, mi mayordomo, me cree italiano; Haydée, mi esclava, me cree griego. Así, pues, comprendéis que no siendo de ningún país, no pidiendo protección a ningún gobierno, no reconociendo a ningún hombre por hermano mío, no me paralizan ni me detienen los escrúpulos que detienen a los poderosos o los obstáculos que paralizan a los débiles. Sólo tengo dos adversarios, y no vencedores, porque con la constancia los sujeto, y son el tiempo y el espacio. El tercero, y el más terrible, es mi condición de hombre mortal. Este es el único que puede detenerme en mi camino, y antes de que haya conseguido el objeto que deseo, todo lo demás lo tengo calculado. Lo que los hombres llaman reveses de la fortuna, es decir, la ruina, el cambio, las eventualidades, los he previsto yo, y si alguna puede ocurrirme, no por eso puede derribarme. A menos que muera, continuaré siendo lo que soy.


Alejandro Dumas

jueves, febrero 4

Animal de luz

"Soy en este sin fin sin soledad

un animal de luz acorralado

por sus errores y por su follaje:

ancha es la selva: aquí mis semejantes

pululan, retroceden o trafican,

mientras yo me retiro acompañado

por la escolta que el tiempo determina:

olas del mar, estrellas de la noche.

Es poco, es ancho, es escaso y es todo.


De tanto ver mis ojos otros ojos

y mi boca de tanto ser besada,

de haber tragado el humo

de aquellos trenes desaparecidos,

las viejas estaciones despiadadas

y el polvo de incesantes librerías,

el hombre yo, el mortal, se fatigó

de ojos, de besos, de humo, de caminos,

de libros más espesos que la tierra. 


Y hoy en el fondo del bosque perdido

oye el rumor del enemigo y huye

no de los otros sino de sí mismo,

de la conversación interminable,

del coro que cantaba con nosotros

y del significado de la vida.


Porque una vez, porque una voz, porque una sílaba

o el transcurso de un silencio

o el sonido insepulto de la ola

me dejan frente a la verdad,

y no hay nada más que descifrar,

ni nada más que hablar: eso era todo:

se cerraron las puertas de la selva,

circula el sol abriendo los follajes,

sube la luna como fruta blanca

y el hombre se acomoda a su destino."


Pablo Neruda

miércoles, febrero 3

¡ Amigo !

"Según Séneca, los dolores que son muy intensos suelen ser breves, mientras que los dolores que son persistentes no suelen ser intensos. Así que, no confundas tu proceso con tu destino, ánimo."

Jonathan Ahumada 
 

martes, febrero 2

Strong


 "El mundo rompe a todos, 
y después, algunos son fuertes 
en los lugares rotos".


Ernest Hemingway

lunes, febrero 1

Del amor a uno mismo

« Para Goethe, la idea de llegar a amarse a uno mismo es irrealizable, sin embargo, admite la posibilidad de que el hombre pueda encontrarse con ciertos rasgos propios que lo ayuden a uno a reconocerse y eso ya es ganancia. Por otro lado, Chesterton, ahora recuerdo, en una de sus cartas mencionaba la idealización del amor a uno mismo como un propósito significativo pero inasequible. Desde una perspectiva disidente, Nietzsche, plantea a través de Zaratustra, que amarse mucho a sí mismo es un signo de fecundidad, al que sí alcanzan a llegan ciertos hombres. Aunque, más adelante, Nietzsche dirá lo siguiente en La voluntad de dominio: «Para que el hombre pueda tenerse respeto a sí mismo es necesario que sea capaz también de ser malo». Y esto que dice es algo interesante. Esto último sería, hasta cierto punto, avalado por muchos otros intelectuales (entre psiquiátras y filósofos) como Jung, que postulan el reconocimiento y asimilación de nuestra luz y sombra; pues, de otro modo, como el ser humano tiene una tendencia casi inconquistable a ocultar los rasgos de su personalidad que no le gustan o que no son socialmente aceptables, tiende a desconocerse a sí mismo. Y si uno no se acepta tal y como es, con aquellos pequeños rasgos de maldad, de egoísmo, de hastío temporal, que nacen y mueren tan de pronto en algunos casos, y que perduran en otros hasta llevar su desapego al plano cotidiano (que sería el caso de los inadaptados), uno acaba por encontrarse con una valla que le imposibilitará amarse a sí mismo. Porque, ¿cómo podría amarse alguien, a sí mismo, si primero no se acepta tal y como es? De ahí que uno idealice lo perfecto, la vida de otros a través de las pantallas, donde no se muestran esas pequeñas cosas que sólo viven en nuestra mente ».