«—Estaba completamente cambiado: la voz, el pelo, la ropa… Se está convirtiendo en un hombre nuevo sin mí, está cambiando junto a otro hombre y por él. Cuando llegaba del extranjero también estaba cambiado durante dos, tres días, como si todavía no hubiese regresado del todo. A veces le preguntaba si su alma no estaría de travesía en una barca a remo por el océano. Hace cuatro días todavía éramos amantes y ahora él ya casi se ha ido por completo.
La escritora deja los libros.
—El que se va ya nunca es el mismo, aunque vuelva ».
Auður Ava Ólafsdóttir
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