"Nunca voy a olvidar aquella mañana cuando me aseguraban que habías fallecido. Mi mente no quería entenderlo.
Al instante, comencé a llorar como un acto natural del dolor que sentí. Y es que me aterraba la idea de ya no verte más.
Siempre fuiste tan fuerte, tan grande y tan feliz; siempre fuiste parte de mi, me ayudaste a crecer y a ser yo misma.
Mi mente colapsó y mi alma se rompió".
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