« La vida de cada hombre es una vereda que nos conduce a un camino mayor.
Jamás un hombre ha sido completa mente él mismo; Aunque la mayoría tenga la firme convicción de serlo algún día, unos entre brumas y otros con perfecta luminosidad, pero cada uno como mejor le sea posible. Todos cargan en sus espaldas hasta el final lo viscoso y las sobras de un mundo primario.
Muchos jamás llegan a ser verdaderamente hombres y siguen siendo peces, ardillas, ranas o hasta hormigas, pero todos son el ímpetu de la naturaleza hacia el hombre. Todos y cada uno de nosotros tiene un origen común: La madre. Cualquiera proviene del mismo monte, sin embargo, cada uno tiene su objetivo, su meta final. Todos los hombres podemos llegar a entendernos perfectamente, pero comprendernos sólo cada uno lo puede hacer consigo mismo ».
Demian
Hermann Hesse